Hugh Jackman: "Sólo me contratan si voy sin afeitar"

Estamos de acuerdo en que Hugh Jackman es uno de los actores más interesantes del panorama actual: además de actuar bien (ahí está la trilogía X-Men y El prestigio para probarlo) el chico canta y baila, se luce como presentador de los Oscar y aguanta bien los golpes. Sin embargo, según ha confesado el australiano, a Hollywood no le interesan tanto sus talentos como su vello facial.

"Nunca he estado en una película en la que no llevase barba de tres días, porque [afeitado] tengo cara de crío", declara Jackman, quien define este piloso asunto como "un riesgo laboral". "Cada vez que llego a un nuevo rodaje, el director se me queda mirando y dice '¡Creo que cuatro días sin afeitar estaría bien", afirma el actor de Australia. Y prosigue: "Cuando tengo que hacer una sesión de fotos, me avisan con varios días de antelación para que no me afeite, porque al parecer si no es así mi aspecto no es lo bastante enrollado".

A sus 42 años, el actor parece llevar bastante a pecho su aspecto juvenil. Según añade, rechazó el papel del abogado Billy Flynn en Chicago (Rob Marshall,2002) porque se veía muy joven para el papel, que finalmente encarnó Richard Gere. "Siempre he querido hacer una película musical, y esta oferta [para Chicago] me llegó relativamente temprano en mi carrera. Pero cuando leía líneas de diálogo como '¡Yo lo he visto todo, nena!' pensaba: 'Si soy un treintañero, ¿cómo me va a tomar en serio la gente".

Sin embargo, cuando un año más tarde Chicago se llevó seis Oscar y un Globo de Oro al mejor actor para Gere, Jackman reconoce haber cambiado de opinión: "Pensé que un poco de maquillaje no hubiera sido tan mala idea", concluye.