¿Huele mejor 'Ratatouille' o 'Avatar'?

Del pillo William Castle con su Smell-O-Vision al irreverente John Waters y sus tarjetas Odorama, la transmisión de olores asociados a la acción durante la proyección de una película es un recurso sensitivo que el cine siempre ha buscado perfeccinar con la intención de sacarle partido narrativo. Puede que nunca hayamos estado tan cerca de obtenerlo como ahora. Mientras que el grupo de exhibición CJ Group tiene salas en 31 países con asientos 4DX equipados con movimiento, traqueteo y diseminación de olores, ninguna esta en España. En cambio, con la propuesta de Olorama es posible tener la experiencia olfativa de ver y oler una película en el sofá de casa.

La empresa valenciana ofrece una docena de películas perfumadas donde se tocan varios géneros (Ratatouille, Avatar, El Hobbit, Oz, un mundo de fantasía...) y se proponen hasta 50 aromas diferentes: de té verde y hierbabuena a coche nuevo u océano, pasando por tortilla de patatas, incienso, chocolate blanco o hierba recién cortada. Olorama funciona con un dispositivo con forma de caja de 28 centímetros que se coloca en la pared y se sincroniza mediante Bluetooth con el Blue-ray para acompasar la liberación de olores con el desarrollo de la película en cuestión. La versión más básica incluye hasta 12 olores diferentes y cuesta unos 1.500 euros.

Lo hemos leído en TLIFE, la nueva web de tecnología de EL PAÍS para BBVA, donde están al tanto de las últimas novedades en el ámbito de la tecnología aplicada al día a día y a hacer la vida más sencilla en todos los ámbitos: profesional, hogar y ocio (cine, música, videojuegos, motor, viajes...).