La polémica sobre los comentarios tránsfobos de la autora de Harry Potter, J.K. Rowling, ha creado una contraposición entre la gente que apoya a la británica y los que han decidido enfrentar sus palabras. Emma Watson y Daniel Radcliffe demostraban no estar de acuerdo con esta, y apoyaban al colectivo trans. Muchos han sido los que han crecido con los libros del mago como un manual sobre diversidad y apoyo, hasta el punto que han decido trasladar la tinta a sus propios cuerpos, donde abundan tatuajes como los giratiempos, las snitchs doradas o diversos patronus.
La controversia con la escritora ha encendido las redes sociales y ha hecho que muchos de sus seguidores intenten renegar del legado de la autora: tatuajes incluidos. De esta forma, muchos usuarios de Twitter hacían alusión a sus grabados corporales y la manera de eliminarlos, y algunos incluso comenzaban a cubrirlos.
"Pasé el día haciendo dibujos para tapar mis tatuajes de Harry Potter", señalaba la dibujante y escritora Molly Knox Ostertag, la cual animaba a la gente a hacer donaciones al colectivo transexual.
"Siento mucho lo de tu tatuaje de Harry Potter, pero deberías haber estado avergonzado sobre él mucho antes".
"Alguien sabe sobre algún tatuaje de eliminación de personas... Realmente tengo un tatuaje de Harry Potter en el brazo entero, de una escritora tránsfoba, egoísta y que no quiere escuchar".
"Yo y mi tatuaje gigante de Harry Potter ahora mismo"
Desde luego, estos días ha quedado patente gran parte del descontento del fandom de Harry Potter, a pesar de que Rowling también ha tenido un gran apoyo entre las hordas de TERF (Trans-Exclusionary Radical Feminist). Las críticas cada vez están más presentes, y parecen no tener fin.
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