¿Por qué ha cambiado tanto Luke Skywalker en 'Star Wars: Los últimos Jedi'?

Tras sufrir las collejas de Yoda, Luke Skywalker es ahora el maestro. Pero su intérprete no quiere dar lecciones. “¿Enseñarles yo? ¡En absoluto! Si acaso, deberían enseñarme ellos a mí”. Eso responde Mark Hamill cuando se le pregunta si, frente a Daisy Ridley, John Boyega y el resto de los alevines que le rodearon en Star Wars: Los últimos Jedi, se sintió un poco como un maestro. “Si ellos quieren algún consejo, estaré encantado de proporcionárselo –explica–, pero no lo necesitan en absoluto: a diferencia de quienes rodamos la primera trilogía, ellos sí saben en qué clase de inmenso fenómeno se están metiendo”.

A sus 66 años, y con una barba algo menos frondosa que en los fotogramas, Hamill también admite haber tenido sus dudas sobre si reincorporarse a la saga era buena idea: “Tenía miedo de no estar a la altura de lo que iba a exigirme. Además, pensaba que la historia tenía ya un planteamiento, un nudo y un desenlace: ¿de verdad hacía falta alargarla?”. Pero, pese a todo, su afabilidad es constante, y a veces muestra un entusiasmo sincero (o eso pensamos). Sobre todo cuando habla de Rian Johnson, responsable del filme y, asegura, una rara avis entre los de su oficio: “Es joven y tiene talento, así que podría permitirse ser arrogante. Pero es encantador. Un director de cine que nunca insulta a nadie, ¿puedes creerlo?”. Hamill afirma que el buen talante de Johnson le ayudó a asumir un trabajo en el cual “pasas más tiempo con el equipo que con tu verdadera familia”.  Ahora bien: según declaró este verano, el rodaje de Los últimos Jedi no estuvo exento de encontronazos con el director y guionista. ¿Discutieron por la historia, o por la psicología de Luke Skywalker? “¡Por ambas!”, responde Hamill. “Que Luke se haya vuelto así de cínico es un cambio muy radical. Pero mi trabajo es llevar a cabo lo que piensa el director, no lo que pienso yo”.

Esto nos lleva a un tema espinoso: en 1977, la saga nació como un experimento surgido del ‘Nuevo Hollywood’. En 2017, es un producto controlado por Disney, y del cual directores como Colin Trevorrow (que renunció al Episodio IX) o Phil Lord y Chris Miller (despedidos de Solo) desaparecen si cuestionan la línea general. “Tenía que convertirse en eso”, admite Hamill. “No puedo imaginar la responsabilidad de darle forma a esta saga. Yo no podría cargar con ello”, prosigue, y no sabemos si alude a los directores o a los ejecutivos.

Pero quedan más temas que tratar: la ausencia de Harrison Ford (“Es un hombre muy solitario”) y la de su amiga Carrie Fisher. ¿Actuaría él en una película donde la actriz fuese ‘resucitada’ digitalmente, como Peter Cushing en Rogue One? “Por si acaso, yo le he dicho a mi familia que tiene mi permiso para digitalizarme cuando muera [ríe]. Pero, por más que eche de menos a Carrie… Mira, a mí me encantan los hermanos Marx, y ahora podrían hacer más películas suyas. Pero, ¿no sería mejor buscar cómicos que sean igual de geniales, y que estén vivos?

Un Jedi también puede ser un maestro del afeitado. Descubre la nueva edición especial de afeitadoras Philips Star Wars: cuatro modelos distintos con los que elegir entre el Lado Oscuro o el Lado de la Luz para conseguri un afeitado con protección, potente y perfecto. El modelo SW7700 con V-track PRO cuenta con 72 cuchillas autoafilables en forma de V, que cortan con menos tirones; se puede usar en seco o húmedo, tiene cabezales DynamicFlex de 5 direcciones que siguen los contornos con menos presión y anillos SkinGlide con revestimiento antifricción para un deslizamiento más suave.