Guillermo del Toro empieza el rodaje de 'Nightmare Alley'

El director mexicano vuelve manos a la obra, tras las cámaras. Searchlight Pictures (y que también ha perdido el nombre de "Fox" delante después de la compra de los estudios por parte de Disney) ha anunciado oficialmente el inicio del rodaje de Nightmare Alley en parajes de Toronto.

Y hay expectación, diríamos que triple o más, ante su nueva película. Primero porque será su primer largometraje después de haber ganado el Oscar al mejor director por La forma del agua. También porque adapta una novela de William Lindsay Gresham que ya tuvo una muy buena adaptación en 1947 con El callejón de las almas perdidas, dirigida por Edmund Goulding y protagonizada por Tyrone Power y Joan Blondell. Y, tercero, por el increíble repartazo que ha reunido.

Ahí van los nombres: Bradley Cooper, Toni Collette, Cate Blanchett, Rooney Mara, Willem Dafoe, Richard Jenkins, David Strathairn y Ron Perlman, uno de sus actores fetiche. Y es precisamente Cooper quien asumirá el papel protagonista que en su momento bordó Tyrone Power en esta historia de un charlatán embaucador que se gana la vida gracias a sus supuestas dotes adivinatorias en una feria ambulante. Yendo un paso más allá, se unirá a una igualmente ambiciosa y poco de fiar psicóloga (y aquí es donde entra en escena Blanchett), para trascender los límites de su modesto espectáculo y sacarles los cuartos a gente adinerada.

El mismo director se ha encargado de la adaptación del guion junto a Kim Morgan en el que prácticamente será su debut como guionista. "Kim Morgan y yo hemos trabajado con gran pasión para traer la oscuridad, el mundo enrarecido y el lenguaje de William Gresham a la pantalla y ahora estamos unidos por un soberbio grupo de artistas y equipo técnico para darle vida".

Este es otro de los alicientes de esta nueva adaptación porque Del Toro no es alguien que se limite a fotocopiar versiones anteriores, con ligeros cambios, o actuar como mero ilustrador de una novela sino que todo lo lleva a su universo y particular concepción visual. De hecho, Nightmare Alley poseía muy pocos elementos sobrenaturales (alguno había). Sobre todo predominaba la crónica negra y social, la intriga, la relación entre los personajes y el melodrama. Aunque ello no será obstáculo para que esta versión no escatime un ápice de violencia y sangre.

Esperamos que el estreno pueda ser a lo largo de este mismo año, y es que a Guillermo se le acumula el trabajo. También tiene previsto realizar una nueva versión, más oscura y en stop-motion, de Pinocho para Netflix; y un documental sobre un colega, el director de Heat, Collateral o El dilema, y mítico productor de la serie Corrupción en Miami. Y ese es Michael Mann.