La ruptura de la industria de Hollywood con Harvey Weinstein, el que hasta hace unas semanas era el hombre más poderoso del negocio, ha hecho que el cineasta que más le ayudó a financiar su imperio, Quentin Tarantino, esté libre, con todos los estudios peleando por hacerse con su nueva película sobre los crímenes de la familia Manson.
Según informa el portal The Wrap, los diferentes estudios están dirigiéndose a los agentes del director de Kill Bill y Jackie Brown pidiendo que les dejen leer el guion. La situación es tal, que solamente para tener acceso a estos, los ejecutivos de empresas como Warner Bros. o Paramount tienen que llegar a una serie de acuerdos.
Es de suponer que algunos de estos acuerdos, además de ofertas económicas, lleven asociados cláusulas de confidencialidad muy potentes para evitar que se repita la situación creada hace unos años cuando el guion de Los Odiosos Ocho terminó filtrándose y provocando la ira del cineasta, que durante un tiempo rechazó la idea de dirigir la película.
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