Además de por su disposición a meterse en la piel (digital) de cualquier bicho fantástico, Andy Serkis le debe buena parte de su fama a esa voz metamórfica que lo mismo suena al simio César, al Líder Supremo Snoke… o a Gollum, el personaje que le dio la fama al actor y director y al que ahora regresa con una lectura en directo de El Hobbit.
Con una estatua del pérfido mutante a su lado, pero sin dejarse corromper por el Anillo Único, Serkis ha emprendido este Hobbitaton a las 11 de la mañana (hora española) a fin de recaudar fondos para NHS Charities Together y New Beginnings, dos organizaciones benéficas asociadas a la sanidad pública de Reino Unido.
La lectura de la novela de J. R. R. Tolkien, antecesora de El señor de los anillos, durará unas 12 horas, y Serkis ha advertido que hará algunas pausas por razones de fuerza mayor (como almorzar o eso que los anglosajones llaman "comulgar con la naturaleza"). "No voy a imitar las grandes voces de Ian McKellen y Martin Freeman en la película, pero probablemente les dedicaré algún guiño que otro", señala también. Pero, con la certeza de volver a oírle lo de "mi tessssoro", ¿quién puede resistirse?
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