Globos de Oro 2020: Las mejores pullas de Ricky Gervais

El polémico presentador británico no se ha dejado ningún chiste malintencionado en el tintero, y Hollywood lo ha sufrido como ha podido.
Ricky Gervais
Ricky Gervais
CINEMANIA
Ricky Gervais

Las estrella de Hollywood acudieron anoche al Beverly Hilton con gran nerviosismo, y no sólo por la posibilidad de que se llevaran tal o cual premio: Ricky Gervais, el iconoclasta cómico británico, había sido elegido por quinta vez como presentador de los Globos de Oro, en un rol que cambió para siempre la forma de concebir las galas, y que tras una edición especialmente punk le dejó unos cuantos años de descanso. Se supone que esta será la última vez que Gervais presente la entrega de premios, algo que quizá justifique el monólogo de apertura de esta 77 edición, que no dejó títere con cabeza.

El protagonista de Afterlife inició su repertorio hablando del escándalo de las admisiones en universidades que ha salpicado a celebridades como Felicity Huffman, actriz que llegó a entrar en prisión por querer falsear la inscripción de la hija que tiene con William H. Macy. "Sobre todo lo siento por su hija. Esto debe ser lo más embarazoso que le ha pasado nunca, y eso que su padre protagonizó Cerdos salvajes".

Gervais también aludió a las dificultades para encontrar presentador que los Oscar tuvieron el año pasado. "A Kevin Hart no le dejaron presentar los Oscars por unos tuits ofensivos. ¿Y conmigo qué pasaría? Qué suerte que los de la HFPA casi no entienden inglés". La HFPA (Asociación de Prensa Extranjera de Hollywood), encargada de dar los Globos de Oro, también sufrió con otro chiste dirigido a ella. "El menú de la noche estaba compuesto de vegetales, como son también los miembros de la HFPA".

Que la organización proveyera a sus asistentes de un menú vegano también motivó otro chiste malintencionado por su parte ("Me parece genial que 800 personas quieran salvar el planeta y acudan, cada uno en su limusina, a comer algo vegano") pero, como siempre, cuando Gervais tocó más las narices fue en el momento en que se puso a aludir directamente a los nominados de la gala.

Marcharse por la puerta grande "Tenemos muchas leyendas e iconos sentados por aquí: Al Pacino, Robert De Niro, Baby Yoda… Ah no espera, que es Joe Pesci". Un chiste sobre la estatura no especialmente inspirado, que aún así Gervais quiso prolongar al hablar de su director en El irlandés. "Martin Scorsese ha causado mucha polémica por decir que las películas de superhéroes eran parques de atracciones. Aunque no sé por qué él iría a uno, si no es lo suficientemente alto como para subirse a las atracciones". De El irlandés pasó a hablar de una película igualmente larga, Érase una vez en Hollywood, y aprovechó para hacer la clásica referencia a la edad de las novias del actor protagonista."Leonardo DiCaprio estaba en el estreno y, cuando acabó la película, su novia era demasiado mayor para él". Hay que decir que tanto DiCaprio como Scorsese parecieron tomarse bien estas bromas, pero el rostro de Tom Hanks ejemplificaba la incomodidad en la que se estaba sumiendo la audiencia. Sobre todo, cuando se puso a hablar de Jeffrey Epstein (millonario y depredador sexual que murió en extrañas circunstancias este mismo año), y de ahí a... "Todos los grandes directores tenéis algo en común: todos teméis a Ronan Farrow. Viene a por vosotros". Y seguidamente: "Ha sido un gran año para las películas de pederastas: Surviving R. Kelly, Leaving Neverland... Los dos papas". Para luego hacer referencia a la hipócrita apuesta por la diversidad de Hollywood diciendo: "Íbamos a hacer una sección in memoriam, pero la hemos suprimido porque no ha fallecido suficiente gente de color. La mayoría eran blancos, y no estaba bien. No en mi guardia". Y por último, Cats El incendiario discurso de apertura encabezó su recta final, como no podía ser de otro modo, con un par de dardos lanzados a la película de Tom Hooper, masacrada por la crítica y hundida en taquilla sin remisión. "He oído que Cats es lo peor que le ha pasado a los gatos desde los perros", comentaba Gervais. "Judi Dench dijo encontrarse ante el papel de su vida, porque nada debe gustarle más que tumbarse en la alfombra, estirar la pata y lamerse las partes". Ante lo bochornoso de ese chiste, Gervais se apresuró a aclarar: "Tranquilos, es mi última vez". "Apple ha triunfado con The Morning Show", cambió bruscamente de tema. "Un drama genial sobre la dignidad, sobre hacer lo correcto, hecho por una compañía que tiene trabajadores esclavos en China". Y finalmente, por seguir con este ánimo "reivindicativo", Gervais pidió a los asistentes que "no utilizaran sus discursos para hacer política". "No sabéis nada del mundo real. Algunos incluso habéis pasado menos tiempo en la escuela que Greta Thunberg".
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