[Gijón 2016] Día 3: Doncellas coreanas y zombis que viajan en tren

Nuevo cine gallego y dos de las producciones surcoreanas más aplaudidas del año. Una pista: una de ellas es una obra maestra. Coged papel y boli, y apuntad su título.
[Gijón 2016] Día 3: Doncellas coreanas y zombis que viajan en tren
[Gijón 2016] Día 3: Doncellas coreanas y zombis que viajan en tren
[Gijón 2016] Día 3: Doncellas coreanas y zombis que viajan en tren

¿De qué se habla en Gijón? De que el festival por fin ha arrancado, tras tres días en los que se han visto ya varios films dentro de sección oficial y algunos de los pesos pesados de las secciones paralelas. Sobre la competitiva  no hay muy buenas opiniones de momento para ninguna de ellas, tampoco se oyen grandes críticas más allá de que todo parece instalado en la mera correción, en ese cine "necesario" que al final se termina por descubrir como aquel con una idea o una denuncia y que no va más allá a la hora de plasmarla. Esperamos que en los próximos días llegue ese film en el que por fin, alguna de estas propuestas toque el hueso.

[fvplayer src="https://www.youtube.com/embed/WQ-IVn95RsM"]

¿Qué películas has visto? Sicixia del gallego Ignacio Vilar, uno de los films en sección oficial competitiva de esta edición. Tras el éxito de su anterior largometraje, A Esmorga, una aplaudida adaptación de la novela homónima de Eduardo Blanco Amor, Vilar se había convertido en uno de los realizadores de referencia del nuevo cine gallego y viendo Sicixia se entienden los motivos, aunque en este caso la apuesta se queda mucho más corta de lo que nos gustaría. El punto de partida es magnífico: un sonidista, encargado de grabar efectos sonoros para una productora, es enviado a un pequeño pueblo. Allí estará acompañado de una guía para ir haciendo su trabajo, pero.. las cosas se tuercen. No en un mal sentido, al menos en la teoría: simplemente, surge el amor. La película tiene así dos vertientes, por un lado ese toque documental del hombre grabando el sonido, en parajes naturales espectaculares, con la tradición gallega puesta sobre la mesa a través de testimonios a historias de gente local, que es desde luego donde el film se alza por su naturalidad y cercanía; y una segunda, en la que se cuenta esta historia de amor, inicialmente prohibida, luego visible, y finalmente alcanzando ciertas repercusiones. Lo pasional no está medido como debería, el tercer acto llega demasiado pronto y Sicixia se estrella contra las rocas cuando pretende ser lírica y opta por una ficción que hemos visto mil y una veces. Si esquivase las trampas narrativas sería mucho mejor, y si se centrase más en la parte documental también. Pero esa indefinición, ese querer abarcar demasiado, es lo que hace que no despegue. Puntos a favor: su reparto cumple sobradamente, y Marta Lado en particular tiene una gran carrera por delante si su agente hace bien su trabajo. Tiene talento, presencia y sólo le falta un director que le saque todo el rendimiento y la acerque al gran público.

[fvplayer src="https://www.youtube.com/embed/pyWuHv2-Abk"]

El resto del día tuvo acento coreano, con dos producciones de género que han gozado ya de repercusión en varios certámenes a nivel mundial. De hecho, las dos coincidieron en Cannes. La primera, Train to Busan, supone el debut en el largometraje de imagen real del director Yeon Sang-ho, a quien seguramente conoceréis por su cinta de animación hiper violenta The Fake, que gozó de una buena carrera festivalera hace un par de años. En este caso, aborda el cine de zombis con la familia como foco y mantiene el toque social presente en toda su obra, ya desde aquella King of Pigs donde denunciaba el acoso escolar y sus derivaciones, o en The Fake, con la religión y las creencias ciegas. Train to Busan sigue la tradición del cine zombi con conciencia que inició George A. Romero con su Noche de los muertos vivientes y aprovecha el género para hablar de la sociedad coreana, de la carencia de humanidad, de cómo unas criaturas salvajes pueden coordinarse mientras los vivos se enfrentan unos a otros de forma irracional, mirando por si mismos. Es la cara B de Seoul Station, el otro film del director estrenado este año y que presenta misma temática pero de nuevo en animación. Y ambas funcionan perfectamente en sus propios registros.

Lo que distingue a Train to Busan de la producción media de cine zombi no es sólo lo ya citado, sino también capacidad para reinventarse. Es una película que ya hemos visto, pero nunca tantas veces y tan bien, es decir, que juega con los clichés para darles la vuelta, incluir otro y retorcerlo, y hacer eso durante casi dos horas de duración. Siempre sabrás lo que va a pasar a continuación, si un personaje va a morir o sobrevivir, y cuando pienses que va a ocurrir habrá un giro que te lleve por otro camino y desmonte tus teorías al menos durante cierto tiempo. Juega con el espectador, sin la tan socorrida metaficción de films como Deadpool. Aquí no hay ruptura de la cuarta pared, pero sí un conocimiento de los mecanismos del cine de género y una capacidad única para ponerlo todo en pantalla y otorgarle sentido. Un film de zombies donde la familia cobra importancia, de personajes tópicos y típicos pero con momentos de lucimiento, y una reimaginacón del pasillo de Old Boy en clave zombi, que ya quisieran para sí mismos un buen puñado de producciones norteamericanas. En resumen: Train to Busan es un espectáculo de primer nivel. Podría ser mejor, pero tal como es, se le pueden perdonar las cosas. Más películas así, por favor.

[fvplayer src="https://www.youtube.com/embed/whldChqCsYk"]

Y para concluir, tocó una revisión tras el primer acercamiento en Sitges a La doncella (The Handmaiden) de Park Chan-wook. Para quien escribe estas líneas, estamos ante la obra maestra del director coreano, un film que no alcanzará el culto de la magnífica Old Boy de la misma forma que cuando se habla de Stanley Kubrick y su penetración en el imaginario popular, pensamos antes en La naranja mecánica que en Barry Lyndon. Y de alguna forma este es el hueco que ocupa la última obra del realizador coreano en una filmografía modélica que le permitió sobrevivir a su aventura hollywoodiense con soltura, en la sensorial Stoker, y que en su regreso a su Corea del Sur natal ha facturado una película de época en la que los juegos de espejos, engaños entre personajes y diferentes artimañas acaban por salpicar además a una narración que se estructura en formato Rashomon. Es el narrador el que moldea los hechos y es Park quien consigue que los personajes respiren y sean algo más que meras herramientas para la transmisión de la historia.

La fascinación está presente en cada uno de sus apartados, y es que el director se ha rodeado en gran parte del equipo con el que sacó adelante su seminal Old Boy. Repite con el mismo director de fotografía (Chung Chung-hoon) y con el compositor de la banda sonora (Cho Young-wuk), da la oportunidad de lucirse a un nutrido grupo de actores y especialmente actrices y usa todo lo que ha aprendido con el paso del tiempo para dar luz a uno de los films más vívidos, carnales y enigmáticos de la cinematografía asiática reciente, un trabajo obsesionado con la construcción de imágenes basada en el espacio, con una narración laberíntica pero manteniendo en vilo al espectador durante sus dos horas y media de duración. Para un servidor, La doncella es la mejor película del año. Un 2016 marcado por una de las cosechas más ricas de cine coreano en mucho tiempo, con ejemplos como la superlativa El extraño, o las ya citadas en estas crónicas Train to Busan, Seoul Station o Lo tuyo y tú, la última joya del siempre eficiente Hong Sang-soo.

¿Con qué imagen te quedas? Tres hombres deben avanzar a través de varios vagones de un tren lleno de zombis para encontrarse con las mujeres que definen su existencia: mujer, hija y novia, respectivamente. Se preparan para lo peor, arma en mano, y comienza uno de los bloques del cine de acción coreano más locos que se recuerdan. La película: Train to Busan. Diez minutos de espectacular secuencia de acción, tensa y perfectamente coreografiada, donde el actor Ma Dong-seok se convierte en la gran revelación del cine coreano reciente. Impagable.

¿Qué te has perdido? Nada más de momento, llevamos la tarea al día y quitando las secciones paralelas y films de sección oficial que habían transitado por otros certámenes, está todo el pescado vendido. La cosa avanza, seguro que habrá que ir dejando algo atrás... pero tranquilos, si algo

Mostrar comentarios

Códigos Descuento