Hoy en día, George Clooney ha alcanzado un estatus de estrella casi inigualable en Hollywood como símbolo de prestigio alabado y respetado por compañeros y cineastas, sin olvidar el tirón popular que ejerce en la taquilla. Pero no siempre fue así, desde luego, y la carrera del bueno de Clooney tiene unos cuantos batacazos que serían capaces de sonrojar al más pintado. Quizas el más llamativo sea Batman y Robin (1997), el último clavo en el ataúd del hombre murciélago a cargo de Joel Schumacher, de cuya existencia el actor se ha avergonzado en varias ocasiones.
Y parece que la espinita sigue clavada, porque de charleta en el show de Graham Norton para promocionar Tomorrowland: El mundo del mañana, Clooney ha vuelto a recordar la experiencia de embutirse un traje de Batman con pezones como quien recuerda entre avergonzado y divertido una anécdota humillante de la adolescencia. "Siempre pido perdón por Batman y Robin", constata el actor. "Realmente, creía que había destruido la franquicia, hasta que años después otros la trajeron de vuelta cambiada. Pero bueno, en su momento pensé que iba a ser un buen paso para mi carrera. No lo fue".
Puedes verlo en el siguiente vídeo (a partir del minuto 1'30''), donde Clooney incluso recrea cómo recibía dentro del rígido traje de Batman las instrucciones que Schumacher le gritaba con un micrófono durante el rodaje. No tiene ningún desperdicio.
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