La habilidad camaleónica de Gary Oldman está fuera de toda duda. El actor británico ha demostrado a lo largo de una apasionante carrera que su transformación en los personajes que interpreta va mucho más allá de lo dramático para implicar también lo físico y psicológico. Nominado al Oscar por su George Smiley de El topo (2011), todavía estamos esperando a que Oldman obtenga el reconocimiento académico que merece. Teniendo en cuenta lo que le gustan las transformaciones biográficas a la Academia de Hollywood, es posible que ese momento llegue con Darkest Hour.
En esta película, dirigida por Joe Wright (Expiación, Anna Karenina), Oldman interpreta a Winston Churchill en sus primeros días como primer ministro de Reino Unido, es decir, enfrentado a una situación tan poco apetecible como llevar al país a la Segunda Guerra Mundial. La película cuenta con guión de Anthony McCarten (La teoría del todo) y un reparto incontestable con Kristin Scott Thomas como Clementine Churchill, la esposa del político, John Hurt como Neville Chamberlain y Ben Mendelsohn como el rey Jorge VI.
Pero la gran estrella será Oldman, claro, cuya transformación en Churchill puedes comprobar que es absolutamente alucinante. No podía ser de otro modo.
Puedes compararlo con Winston Churchill himself:
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