Los bebés se expresan mejor de lo que parece: por ejemplo, cuando salen de paseo y sus papás les ponen guapos, en sus caritas suele aparecer una expresión que traducimos como "Tierra, trágame". Así las cosas, no queremos ni pensar en cómo lo habrán pasado estos niños y niñas, todos ellos de muy corta edad, cuando llegó el primer Halloween de sus vidas y les disfrazaron de algo gracioso... Para los adultos. El caso de los bebés que nos ocupa es todavía 'peor', porque sus progenitores eran cinéfilos empedernidos, e insistieron en vestirles como personajes de cine. Y si era de cine fantástico o de terror, mejor que mejor.
Tras enseñarte las calabazas más cinéfilas y terroríficas, CINEMANÍA celebra la Noche de Brujas con esta galería, la cual nos despierta una pequeña pregunta: ¿estaremos ante una cantera de futuros cinéfilos o, al crecer, estos niños no querrán acercarse a una pantalla?
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