¿Es 'Frozen' una "película de propaganda"?

El controvertido psicólogo Jordan Peterson carga contra el éxito de Disney en una entrevista para 'Time': 'Es la subyugación del arte a la propaganda'
¿Es 'Frozen' una "película de propaganda"?
¿Es 'Frozen' una "película de propaganda"?
¿Es 'Frozen' una "película de propaganda"?

"La canción es pegadiza": eso es lo único bueno que Jordan Peterson tiene que decir de FrozenEn una entrevista con la revista Time, el controvertido pensador canadiense ha cargado contra el éxito animado de Disney, con una virulencia poco esperable si recordamos que la cinta se estrenó en 2013.

Resulta que en su nuevo libro, 12 Rules For Life, Peterson le dedica varias invectivas a la película de Jennifer Lee Chris Buck, calificándola como "profundamente propagandística". Cuando el reportero de Time le pregunta sobre las razones por las que la historia de Elsa Anna le merece una opinión tan pobre, este psicólogo reconvertido en voz intelectual de la derecha se despacha a gusto: "[Frozen] intenta escribir una fábula moderna que sirva como contranarrativa a cuentos clásicos como La bella durmiente, pero lo hace sin ninguna comprensión de los arquetipos que subyacen bajo la misma", señala.

Así, tras negar categóricamente que la historia de la princesa dormilona y el polémico beso de amor ("Una forma de leer esa historia es que la inconsciencia requiere de la consciencia activa como antídoto"), Jordan Peterson asegura que ver Frozen se le hizo muy cuesta arriba. "Es un intento de crear un mensaje moral para después construir la historia, en vez de construir la historia y dejar que el mensaje emerja después". 

A diferencia de Harry Potter, su ejemplo de narración moderna cuyos temas están "bien compensados", Peterson encuentra insufribles personajes como el príncipe Hans: "El elemento más propagandístico fue cómo el príncipe es un buen chico al comienzo de la historia y después se transforma en villano a los tres cuartos del metraje, sin tener ningún tipo de desarrollo como personaje".

Peterson concluye su diatriba asegurando que la película supone "la subyugación del arte a la propaganda". Y los creadores de Frozen pueden apuntarse ya una nueva polémica tras aquel Give Elsa A Girlfriend que tan buenos ratos nos hizo pasar.

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