'Frozen': recordamos los motivos por los que nos encanta (y no podemos dejar de verla)

“Suéltalo, suéltalo, no lo puedo ya retener”. Quién no lo haya cantado alguna vez o, al menos, escuchado, miente. El fenómeno Frozen llegó a nuestras vidas en 2013. Lo hizo como un huracán: mil productos de merchandising, legiones de niños cantando las canciones de la película en su versión karaoke y una banda sonora que se repetía en bucle en casas, coches y espacios infantiles. Ahora, mientras se espera el estreno de Frozen 2  (previsto para el 29 de noviembre de este año) del que ya se conoce el póster oficial, hay que reconocerles a los más pequeños de la casa que no se equivocaban en su pasión por la historia de las hermanas Anna y Elsa en el Reino del Hielo. Pero, ¿por qué?

Frozen fue una de las primeras películas Disney en las que se demostraba que los príncipes no eran necesarios. Así, tras Rapunzel y Brave, las hermanas de Arendelle se reafirman en que podían apañarse ellas solas a la perfección.

Una hermana puede ser el amor más importante. Esta es la lección que ofrece Frozen. Elsa y Anna crean un vínculo indestructible y su formación es el hilo conductor de la historia. Por ello, el amor romántico pasa a un segundo plano y el destino de ellas, como hermanas, es el que está en juego.

Olaf, a pesar de que en un principio apuntaba a convertirse en uno de los personajes más irritantes de Disney, ha sido capaz de conquistar hasta a los más fríos corazones. Su ternura, su manera positiva de ver la vida y algunas de sus frases (“hay personas por las que vale la pena derretirse”) le han servido para ser uno de los personajes más queridos. Con el estreno de Coco, se proyectó un corto Frozen: una aventura de Olaf, aunque rápidamente se retiró de la emisión por las críticas que recibió. Sin embargo, ¿no estaría bien un spin-off del entrañable muñeco de nieve? Además de Olaf, Sven y Kristoff también forman parte de este grupo de adorables personajes secundarios.

Hay que reconocer que la fotografía y la ambientación de la película son de sobresaliente. La luz, los paisajes invernales y el realismo del hielo son impactantes, algo nada fácil de conseguir y aquí lo han logrado.

Muchas películas dejan huella por su banda sonora y Frozen, pese a ser de animación y tener que crear temas acordes para el público infantil, lo ha conseguido. Cierto es que cualquier música escuchada en bucle (como ocurre con la de este título) cansa, pero Frozen es mucho más que Let it go, el tema que consigue poner de acuerdo a todos los pequeños presentes en al sala: Hazme un muñeco de nieve, Por primera vez en años…