Fiona Apple dejó la cocaína tras una noche horrible con Quentin Tarantino y Paul Thomas Anderson

La famosa cantante pasó una velada insoportable con estos dos directores de cine hasta arriba de drogas. Una velada que lo cambió todo.
Fiona Apple dejó la cocaína tras una noche horrible con Quentin Tarantino y Paul Thomas Anderson
Fiona Apple dejó la cocaína tras una noche horrible con Quentin Tarantino y Paul Thomas Anderson
Fiona Apple dejó la cocaína tras una noche horrible con Quentin Tarantino y Paul Thomas Anderson

En 1997, Paul Thomas Anderson conoció la fama paralelamente a estrenar Boogie Nights e iniciar una relación sentimental con Fiona Apple. La cantante neoyorquina no es precisamente una de las figuras de la industria musical más abiertas sobre su vida privada, pero ya que en breve publica el disco Fetch the Bolt Cutters ha decidido sincerarse en alguna que otra entrevista. Así es como Emily Nussbaum, en el New Yorker, le ha sacado unas declaraciones de lo más reveladoras.

A lo largo de esa década Apple tuvo grandes problemas con la adicción al alcohol y las drogas, pero según despuntaba el siglo XXI experimentó una milagrosa recuperación, cuyas peculiares circunstancias ha referido al fin. Al parecer, la intérprete de Criminal decidió dejar la cocaína después de una noche especialmente desagradable en la compañía de su pareja de entonces, Thomas Anderson, y de su amigo Quentin Tarantino.

Ambos, en 1999, quisieron festejar el éxito de Magnolia, dirigida por el primero, y los resultados de esa noche motivaron a la cantante a rehabilitarse. "Todos los adictos deberían encerrarse en una sala de proyecciones con Q.T. y P.T.A. tras tomar cocaína, y nunca querrían hacerlo de nuevo", ha bromeado.

Poniéndonos más serios, Apple también ha descrito cómo fue su relación con el director de El hilo invisible, y ha lanzado los adjetivos "dolorosa" y "caótica". Según la artista, ella y Thomas Anderson tomaban todo el rato cocaína y éxtasis, y él le hacía pasar por episodios violentos, lindando el maltrato psicológico, mientras que ocasionalmente también le humillaba en público. Cortar con la relación fue, por todo ello, un alivio.

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