[Festival San Sebastián 2017] Cartelicos y monetes

¿De qué se habla hoy en San Sebastián? De cartelicos y monetes. De cartelones en pleno centro de Donosti. Twitter es algo tan irreal que ha sido sorprendente divisar estas lonas grandotas de Netflix mientras paseaba hacia el Kursaal en busca de mi acreditación. Estaban allí (aquí), en el mundo real, resulta que no existían solo en ese mundo virtual y paralelo que ya le ha ganado la partida al de verdad. Estaban también en las conversaciones con periodistas y locales, significando para cada uno una cosa (ofensa a las víctimas de ETA, campañas ingeniosas de Netflix, ser o no ser español…), un poco de todo menos hablar de Fe de etarras, la comedia de Borja Cobeaga y Diego San José (Ocho apellidos vascos) que se presentará en el Velódromo a finales de semana. Es lo que tienen los carteles y los tuits, que ganan en ingenio lo que pierden en complejidad. En busca de la polémica y el titular se va estrechando el mensaje, simplificando el contenido, en un simpaticote camino hacia la nada. De eso quiere hablar también Ruben Östlund, el ganador de la Palma de Oro del último Festival de Cannes. De eso y de monetes.

¿Qué hemos visto? The Square. Presentada por el propio director sueco que, chulesco él, confesó inaugurando Zabaltegui que Tabakalera –centro en el que había estado presentando una retrospectiva suya– le había servido de inspiración para su punzante crítica al mundo del arte contemporáneo. Con ecos a Museo coconut, The Square cuenta la caída a los infiernos del director de un centro de arte contemporáneo mientras prepara una exposición sobre el bien y el mal en la sociedad. Disparando a la dicotomía ricos/pobres, animal/humano (tema que ya aparecía en Fuerza mayor, su anterior película) y recordando a la desasosegante Play, la saturación de temas que aborda Östlund en The Square no impide que su crítica a la mediocridad viral sea absolutamente disfrutable. Mientras unos cuantos monetes se pasean por la cinta recordándonos lo ridículos que somos los humanos, el museo entra en barrena por lanzar un viral en el que una niña pobre y rubita explota delante de la cámara. Éxito, polémica, Twitter encendido, adiós al director y a la exposición, de los que ya nadie habla enfangados como están en la crítica superficial. Porque, ¿de qué iba la exposición? ¿Y Fe de etarras?

¿Qué hemos comido? Guindillas, alcachofas, merluza a la plancha en el Gandarias. 100 % gluten free.

¿Con quién hemos hablado? Con Wim Wenders (¡qué ganas de tocarle el pelo!). El director alemán nos ha contado que rodó un par de planos de Inmersión, película con la que ayer inauguró la Sección Oficial, con su iPhone. También hemos entrevistado a Ildikó Enyedi, directora de la preciosa En cuerpo y alma, triunfadora en Berlín y película seleccionada por Hungría para competir en los Oscar.

¿Qué nos hemos perdido? La douleur, mientras escribíamos esta crónica. ¡Y con lo que nos gusta Margarite Duras! A cambio, hemos visto El tercer asesinato. Un thriller a lo Koreeda. Es decir, investiga lo mismo un asesinato que los más exquisitos manjares de la gastronomía japonesa. Sin olvidarnos de Inmersión, la nueva de Wim Wenders con Alicia Vikander y James McAvoy, una historia de amor rococó que mezcla yihadistas, submarinistas y lujosos hoteles de playa causando considerables bufidos entre el patio de butacas.

¿Qué esperamos de la jornada de mañana? Handia, lo nuevo de los creadores de Loreak, ya colecciona bastantes halagos entre la prensa nacional. Veremos también Custodia compartida, de  Xavier Legrand, y Las hijas de abril, de Michel Franco, en la que Emma Suárez al parecer está espectacular. Así que la jornada se presenta repleta de entrevistas y proyecciones que darán mucho que hablar y pensar sin necesidad de polémicas o insultos barateros. Afortunadamente, todavía no existen los festivales de carteles.