'Fast & Furious': Esta es la inesperada relación que une a 'Hobbs & Shaw' con 'Juego de tronos'

[ESTE ARTÍCULO CONTIENE SPOILERS DE FAST & FURIOUS: HOBBS & SHAW Y JUEGO DE TRONOS]

Fast & Furious se ha metido de lleno en el mundo de los spin-offs, como mandan los cánones de toda franquicia multimillonaria, y lo ha hecho a lo grande. De esta forma, Hobbs & Shaw no sólo brinda la oportunidad de que dos personajes tan carismáticos como los encarnados por Dwyane Johnson y Jason Statham vivan su propia aventura, sino que también se revela como la película de la saga más claramente humorística. Una condición que llega a una suerte de extremo en las tres (sí, tres) escenas poscréditos con las que concluye.

Dichas escenas ya han sido analizadas en tanto a su importancia para el universo de Fast & Furious, pero una en particular ha sorprendido bastante al espectador. Y esa es la que tiene que ver con Ryan Reynolds, cuya incorporación como el agente de la CIA Locke es una de las grandes sorpresas del film. Poco después de que termine Hobbs & Shaw, nos reencontramos con Locke enfrentándose con un ejército de maleantes y demostrando que es mucho más que un alivio cómico. Una vez acaba con todos, llama a Luke Hobbs (Johnson) por teléfono.

Es el momento en que la película spoilea de arriba abajo el último episodio de Juego de tronos, serie que llegó a su fin el pasado 19 de mayo; hace apenas dos meses. Reynolds revela al personaje de Johnson que alguien acaba de liberar un virus potencialmente letal, pero también tiene tiempo de comentar cómo Jon Nieve (Kit Harrington) se enrolló con su tía Daenerys (Emilia Clarke) y luego acabó matándola. Spoileando, de golpe, unas dos temporadas enteras.

Sorprende el arrojo de Hobbs & Shaw dado lo reciente de este último episodio (e imaginando la rapidez con la que tuvieron que rodar esta escena para que estuviera lista de cara al estreno), pero tampoco hay de qué preocuparse. El capítulo final de Juego de tronos, del que seguimos descubriendo nuevos detalles, fue visto en la noche de su estreno por 193 millones de espectadores (récord histórico para HBO) y es difícil imaginarse a alguien que esté interesado en la serie y aún no se haya puesto con él.

El final de esta ficción, por cierto, ha sido enormemente polémico y no ha dejado de generar debate en estas semanas, conviviendo con recogidas de firmas que pretendían cambiarlo y actores decepcionados por su naturaleza. Un contexto al que Hobbs & Shaw, con su humor salvaje y socarrón, no se ha podido resistir.