¿Qué hace falta para mentir a un planeta entero? Un rostro de cemento armado y una ausencia casi total de escrúpulos, para empezar. Pero, a veces, no basta con eso: también es precisa la capacidad de presentarse a uno mismo como un modelo a seguir, dándole en las narices al prójimo con la propia apariencia de santidad. El ciclista Lance Armstrong, un hombre que parecía sobrehumano hasta que su dopaje salió a la luz, es un buen ejemplo de esto. Y The Program (El ídolo), la película de Stephen Frears (The Queen) que lleva su caso al cine lo demuestra. En esta escena del filme, exclusiva para CINEMANÍA, el ciclista (Ben Foster) comparece ante la prensa para afirmar que en su sangre nunca ha habido ni EPO ni testosterona. Y, en aquel momento, el mundo picó.
The Program (El ídolo) se estrena el 24 de junio.
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