Menuda se ha montado con Buried y su guionista, ¿verdad, lectores? La película de Rodrigo Cortés, el estreno español más aclamado internacionalmente en 2010, podría quedarse sin su posible nominación al Oscar al Mejor Guión por una indiscreción del escritor Chris Sparling, quien remitió a los académicos de Hollywood una carta llena de autobombo... Y contraria a las regulaciones de la institución.
Con Rodrigo Cortés ocupadísimo en la preparación de Red Lights (su película con Sigourney Weaver, Robert De Niro y Cillian Murphy), CINEMANÍA ha acudido al productor de Buried, Adrián Guerra, en busca de una explicación para el desaguisado.
Según Guerra, todo ha sido "un malentendido entre el guionista Chris Sparling y su empresa de relaciones públicas, de la que el guionista contrató sus servicios de asesoramiento para apoyar posibles reconocimientos". Vamos, que los publicistas a los que acudió Sparling pecaron de exceso de celo, y cómo. Esperamos que, al menos, le cobrasen una tarifa ajustada.
Por otra parte, insiste Guerra, la maniobra fue "una iniciativa personal y particular del guionista". Quien, además, la emprendió sin consultar antes ni con la productora Versus Entertainment o el director, Rodrigo Cortés. "Afecta únicamente [a Sparling], así que no tenemos ninguna valoración 'oficial", concluye el productor.
Así pues, aún hay una esperanza de que todo sea un paso en falso, y de que veamos a Buried como candidata a mejor guión y (quién sabe) a otras estatuillas doradas. Crucemos los dedos...
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