¿Está prohibido fumar en el cine español?

El debate sobre la presencia del tabaco en las producciones audiovisuales está de actualidad tras la última iniciativa de Netflix.
¿Está prohibido fumar en el cine español?
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¿Está prohibido fumar en el cine español?

El pasado 3 de julio, el portal Deadline informaba de una radical iniciativa por parte de Netflix. La plataforma aseguraba que, dentro de los límites razonables de la expresión artística, haría todo lo posible para eliminar el tabaco en sus producciones. Lo hacía a raíz de un informe de la organización truth-initiative, un estudio destinado a examinar el consumo de tabaco en las ficciones de las plataformas bajo demanda, que concluía coronando a Netflix como el mayor cómplice de los cigarrillos en sus series, con un 92% de shows analizados y dirigidos a un público adolescente (entre 15 y 24 años) en los que se incluye la presencia de tabaco.

La ficción no deja de mirarse a sí misma en los últimos años, consciente de una sociedad que cambia a gran velocidad y demanda a las grandes producciones reflexionar ante su poder para dibujar la realidad. Pero ¿qué ocurre en nuestro país? ¿Hay algún tipo de regulación ante el uso del tabaco? ¿Se plantean nuestros autores su responsabilidad ante este tema o no hay ninguna?

¿Está prohibido fumar en el cine español?

Una ronda rápida de llamadas a productores, ICAA, Academia de Cine y estudios nos demuestra que no hay mucho conocimiento frente a esta causa. Rápidamente intuimos que, si hay alguna responsabilidad, debe provenir de una institución dedicada a la salud. Contactamos con el CNPT, el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo, agrupación nacida en 1995 que representa a diferentes asociaciones dedicadas a advertir e informar sobre la adicción al tabaco. Nos responde su vicepresidenta Ana María Furió Martinez.

“Nosotros trabajamos con dos textos legales básicos. La ley 28/2005 y el texto refundido de 2014. Ambos responden a las directrices marcadas por la OMS en el CMCT, su Convenio Marco para el Control del Tabaco. Este texto obliga a todos los países adheridos, entre ellos España, a aplicar la prohibición total de publicidad, promoción o patrocinio del tabaco. Así, podemos entender que las series o películas representarían una comunicación comercial, por lo que deberían llevar a cabo esta prohibición. Pero legislativamente en España, si bien cualquier promoción es ilegal, se entiende que la ficción está excluida. Por lo que nos encontramos ante un tema de interpretación legislativa.”

¿Está prohibido fumar en el cine español?

La Ley 7/2010 de Comunicación Audiovisual, según nos cuenta Ana María Furió, también recoge la prohibición de la comunicación comercial del tabaco, pero de nuevo, la ficción tiene su propia identidad legal separada, en la que se interpreta como un producto sin voluntad comercial, y por lo tanto ajeno a estas leyes y directrices. Así que, hablando claro: “no hay una herramienta legislativa que prohíba el uso de tabaco en el cine o en series.”

La intención de la OMS y de organizaciones como el CNPT es llegar a un equilibrio entre la visión de un autor y el compromiso con la salud. “Lo idóneo sería que las autoridades sanitarias vigilasen que se cumplen las directrices de la OMS. Asegurar, por ejemplo, que ningún actor ha recibido un pago económico o de otro tipo por utilizar esta o aquella marca de cigarrillos.”

¿Está prohibido fumar en el cine español?

El tabaco no es la única pieza de una ficción ante la que diversas asociaciones han luchado a lo largo de la historia del séptimo arte. La violencia, las drogas o la pornografía son constantemente puestas en entredicho. ¿Qué diferencia hay entre estas y los cigarrillos, por qué se debería abrir un debate especial para la nicotina y no para los puñetazos u otras conductas controvertidas? “Debemos resaltar dos elementos específicos del tabaco sobre los que la OMS advierte constantemente. En primer lugar, estamos poniendo el foco en la adolescencia, un rango de edad en el que está demostrado que los roles que los jóvenes observan en la pantalla se emulan luego con mayor facilidad en la vida real. Y, por otro lado, el tabaco es una sustancia adictiva. El esfuerzo debe ser doble al prevenir sobre ella, puesto que su facilidad de acceso hace que el primer consumo pueda llegar a edades muy tempranas. Igual que se ha demostrado que subir el precio de las cajetillas es un freno tremendamente eficaz para que un adolescente consuma tabaco, también se ha demostrado lo mismo con roles en el cine.”

¿Está prohibido fumar en el cine español?

De la misma forma que Ana María Furió advierte que todo este jaleo tiene su explicación cuando pensamos en la adolescencia como grupo de riesgo, el informe al que Netflix reacciona en sus declaraciones también va enfocado a los adolescentes. Todo parece cobrar algo más de sentido, asentándose no como un ataque directo a una representación legítima de un contexto histórico o una actitud determinada de unos personajes, sino como una advertencia de un riesgo real. Igual que la violencia tiene una delimitación muy clara en carteles y tráilers promocionales, ¿por qué no incluir avisos que adviertan del uso del tabaco? Proteger a los más jóvenes no debería estar reñido con entretener. Al menos no en nuestro cine.

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