'365 días': Así se rodaron las escenas de sexo más explícitas de Netflix

El drama erótico de Barbara Bialowas ha subido la temperatura de Netflix en Polonia y otros territorios. Llega a España el 24 de junio.
'365 días': Así se rodaron las escenas de sexo más explícitas de Netflix
'365 días': Así se rodaron las escenas de sexo más explícitas de Netflix
'365 días': Así se rodaron las escenas de sexo más explícitas de Netflix

La película erótica 365 días ha aumentado la temperatura veraniega de Netflix desde su estreno en la plataforma (en España aún habrá que esperar hasta el 24 de junio). Procedente de Polonia, esta adaptación de la novela homónima de Blanka Lipińska ya ha llamado la atención por el tratamiento explícitamente gráfico de sus escenas de sexo, así como por el controvertido desarrollo de la relación entre sus protagonistas.

Dirigida por Barbara Bialowas (Big Love), 365 días cuenta la historia de una directora de ventas (Anna Maria Sieklucka) que se traslada de Polonia a Italia por trabajo. En Sicilia conoce a un joven de la mafia autóctona (Michele Morone), que la secuestra durante 365 días en los que ella se enamora de él y ambos se enfrascan en tórridas acrobacias sexuales.

Los componentes de dominación presentes en el argumento han llevado a comparaciones con la saga erótica Cincuenta sombras de Grey, si bien la película de Bialowas es mucho más explícita que cualquiera de las adaptaciones cinematográficas de los libros de E. L. James. En una entrevista con Variety, su director de fotografía Bartek Cierlica ha explicado cómo fue el proceso de rodaje para conseguir las escenas de sexo más explícitas de todo el catálogo de Netflix.

"Cada escena de sexo de esta película es diferente entre sí. La relación evoluciona: empieza con tentación y miedo a lo desconocido, pasa ser puro sexo con BDSM y acaba en amor", resume Cierlica, que compara 365 días con una revisión moderna de La bella y la bestia. "La idea principal era crear una tensión creciente entre los dos protagonistas desde su primer encuentro. Queríamos que los espectadores participaran en el juego de Laura con Massimo, descubriendo su sexualidad y sensualidad junto a ella".

"Al principio de conocerse, me mantengo objetivo los filmamos a cierta distancia; a medida que la relación se va haciendo más intensa, existe una inmersión mayor en sus emociones y su pasión a través de sus expresiones faciales", prosigue el director de foto.

Intimidad para huir de la pornografía

Una de las secuencias más comentadas de la película es el montaje de cuatro minutos que incluye una sucesión de escenas de sexo a bordo de un yate de lujo, donde los dos protagonistas se entregan por completo a la exploración de los placeres sensuales que les ofrecen sus cuerpos.

"Queríamos que la cámara fuera lo más invisible posible para dejar que los protagonistas actuaran con libertad, así que las tomas fueron muy, muy largas. Creamos la atmósfera más íntima que nos fue posible, reduciendo al mínimo el número de personas en set", explica Cierlica sobre el rodaje de las escenas de sexo que puntúan el progreso de la historia de 365 días.

"Como director de foto sabía que estaba en un terreno resbaladizo. La acción debía resultar seductora y erótica dentro de los límites del buen gusto y mi propia estética", prosigue. "Queríamos que el sexo fuera bastante auténtico, que los espectadores escucharan los susurros, la respiración fuerte, que se viera el sudor, la pasión. Ser naturales, auténticos, pero no cruzar los límites de la pornografía".

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