¿Es para tanto 'A Serbian Film'?

La cinta de Sdrijan Spasojevic, retirada de la Semana de Terror de San Sebastián por decisión judicial. Nuestros compañeros Rubén Romero y Nando Salvá opinan sobre el tema.
¿Es para tanto 'A Serbian Film'?
¿Es para tanto 'A Serbian Film'?
¿Es para tanto 'A Serbian Film'?

Parece que la censura (o el ánimo de censurar, al menos) no está en España tan muerto como pensábamos: A Serbian Film, la película gore de Sdrijan Spasojevic que causó un moderado escándalo en el pasado Festival de Sitges, ha sido retirada de la Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián por decisión de un juez. El magistrado en cuestión seguía una demanda presentada por la Confederación Católica de Asociaciones de Padres de Alumnos (CONCAPA), la cual presenta en su web un furibundo manifiesto contra la película.

Según el documento de CONCAPA, asociación que se precia de representar a "más de tres millones de familias", las imágenes de A Serbian Film "se salen del terreno de lo humanamente aceptable", destacando la "fornicación a un niño de ocho años" entre los puntos más escandalosos de su argumento. La asociación católica de padres también hace un llamamiento al Minsterio de Cultura para que prohiba la distribución comercial de la versión íntegra del filme. Es decir, exactamente el mismo tratamiento que se aplicó a Saw VI.

Por lo pronto la dirección del certámen ha obedecido la decisión judicial, retirándo el filme de su programación... Pero también otorgándole, de forma automática, su Premio del Público.

Ahora bien, ¿es para tanto A Serbian Film? ¿De verdad estamos ante una obra tan perversa que convierte a sus espectadores en psicópatas? Según Rubén Romero, nuestro corresponsal en el Festival de Sitges, para nada. En su crónica sobre la película, nuestro compañero destacaba que "la perversión gratuita que muestra (con violación de recién nacido incluida) sólo sirve para escandalizar a quien quiera ser escandalizado". Y sentenciaba: "Su vuelo artístico es cortísimo y, peor aún, aburridísimo".

Otro de nuestros críticos de referencia, Nando Salvá, que también ha visto la película, es aún más concluyente. "Quienes vayan a ver A Serbian Film pertenecen a su público natural, un público curado de espantos", nos comentaba esta tarde. "Estamos ante un síntoma de una corrección política delirante: la película es muy pobre artísticamente, hecha símplemente para provocar y encima aliñada con metáforas pretenciosas sobre la situación en Serbia", proseguía Salvá, y remachaba: "Prohibir un filme así sólo sirve para ayudarle a cumplir su misión: hacer ruido".

Respecto a la similitud de este caso con el de Saw VI, clasificada X primero y estrenada con recortes después, Salvá afirma: "En Saw VI hubo un error fundamental, que es que quien se suponía que debía verla [Ignasi Guardans, director entonces del Instituto de Cinematografía y Artes Audiovisuales] y poner un poco de orden, no la vio. Esto es más bien un disparate generalizado, alimentado por una falsa incorrección política que es muy golosa para los medios". Para Salvá, una cosa sí es segura: "Dentro de 30 años, seguirá habiendo razones para ver, por ejemplo, Saló [la escandalosa incursión gore de Pier Paolo Pasolini]. Para ver A Serbian Film, no".

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