'Érase una vez en Hollywood': Roman Polanski sí que llegó a aprobar el guion de la película

Desde el momento en que Quentin Tarantino decidió hacer una película sobre los asesinatos de la familia Manson y el Hollywood de los años 60, era obvio que las polémicas iban a acompañar a Érase una vez en Hollywood. La última película del director de Knoxville retrata un oscuro episodio de la historia norteamericana del que algunos integrantes aún siguen vivos o han quedado traumatizados para siempre, y por eso sorprendía la ligereza con la que Tarantino aseguraba que no había querido pedirle cuentas a nadie.

Aunque hablara con, por ejemplo, la hermana de Sharon Tate (asesinada por la familia Manson, e interpretada en su película por Margot Robbie), el director norteamericano desechó hacer lo propio tanto con Roman Polanski como con la familia de Bruce Lee, que igualmente aparecen con los rostros de Rafal Zawierucha y Mike Moh. En ambos casos obtuvo respuestas agrias tanto por parte de la esposa de Polanski, Emmanuelle Seigner, como de la familia de Lee, pero en una reciente entrevista con Deadline ha matizado algunos aspectos de la preproducción.

Sin, en ningún momento, pensar que haya podido hacer algo malo. "Mira, hablar de Roman Polanski es hablar de una tragedia que sería insoportable para la mayoría de seres humanos", decía. "Ahí estaba Sharon, ahí estaba el niño que no llegó a nacer (...) Creo que la historia de su muerte, y la tragedia de los Manson, se han convertido en historia con todas las de la ley. Creo que la importancia histórica supera la de su tragedia personal, y pensé que estaba bien profundizar por ese lado".

Tarantino se refiere al primer hijo de Polanski y su esposa Tate, que murió en el vientre su madre cuando esta fue asesinada por Charles Manson y sus seguidores. Una tragedia que marcaría la vida del director de La semilla del diablo para siempre, pero ni eso convenció al amigo de Knoxille de hacer una llamadita. "No quería llamarle y hablar con él sobre lo que escribía porque no quería pedirle permiso. ¿Iba a hacer la película de todas formas, vale?".

No obstante, su reticencia a hablar con Polanski no se quedó en esta actitud, ya que con la producción empezada un amigo del director (actualmente viviendo en Europa tras exiliarse de EE.UU. por sus problemas con la justicia) se puso en contacto con él. "Ese amigo me llamó y me dijo, '¿qué pasa con esto?'. Me dijo que Roma no estaba enfadado. No tenía intención de regañarme ni nada, sólo tenía curiosidad", explicaba Tarantino.

"Oviamente Roman estaba atrapado en Europa, así que le dije al amigo que viniera y leyera el guion. Vino a mi casa. Leyó el guion para luego llamar a Roman y contarle la idea. Y no le dio nada de lo que preocuparse". Según parece, incluso saber más del argumento de Érase una vez en Hollywood ayudó a que Polanski se sintiera mejor, sin que eso evitara que Emmanuelle Seigner criticara a Tarantino y a Hollywood posteriormente por sacar provecho de una historia tan macabra.

Parece que, más allá de estas quejas, Tarantino tiene la conciencia tranquila, y sólo le queda sentarse a esperar la reacción del público cuando Érase una vez en Hollywood llegue a los cines. En España lo hará el próximo 15 de agosto.