El trabajo de especialista, ¿más peligroso que nunca?

Tras un accidente grave en el rodaje de 'Fast & Furious 9', los profesionales del riesgo denuncian sus malas condiciones de trabajo.
El trabajo de especialista, ¿más peligroso que nunca?
El trabajo de especialista, ¿más peligroso que nunca?
El trabajo de especialista, ¿más peligroso que nunca?

Nunca ha sido una profesión fácil. Mientras las estrellas de cine se llevan la fama (y los millones), a los especialistas les ha tocado siempre cardar la lana de las escenas de riesgo, con las lesiones y (en el peor de los casos) los accidentes mortales como perennes amenazas. Así pues, algo muy gordo tiene que estar pasando para que, desde círculos del propio oficio, se advierta que este está volviéndose más y más peligroso.

Lo cierto es, señala The Guardian, que las noticias sobre percances graves en los rodajes de cine y TV se suceden con mucha frecuencia hoy en día. A la historia del especialista Joe Watts, que quedó en coma tras una caída en el rodaje de Fast & Furious 9hay que sumar la muerte del coordinador de stunts de la serie Titans, fallecido la semana pasada, y otros sucesos ocurridos durante los últimos años en producciones como The Walking Dead Deadpool 2

¿A qué puede deberse este aumento de la peligrosidad? El primer factor, según el diario británico, sería que el público está harto de CGI, y los estudios lo saben. Tras habernos atiborrado de píxeles durante una década y media, las productoras se han dado cuenta de que el público disfruta más con las escenas de riesgo creadas a pie de plató. Escenas cada vez más espectaculares y, por ello, cada vez más peligrosas.

"Siempre hay presión para que los stunts sean más grandes y mejores", denuncia un portavoz del SAG (sindicato de actores de EE UU, que también incluye a los especialistas). Según sus declaraciones, el aumento en la demanda de profesionales del riesgo ha llevado a la contratación de especialistas poco cualificados, e incluso de jefes de especialistas que no tienen "el currículum que deberían tener".

Desde la Stuntmen's Association de Los Ángeles, otra fuente señala que el reclutamiento de especialistas ha llegado a proporciones demenciales. En Atlanta, una ciudad cada vez más popular entre los estudios que (como Marvel) andan a la busca de localizaciones baratas, el número de stuntpeople habría subido de "cerca de tres docenas" a más de mil en la última década. Algo que, afirma el portavoz de turno, estaría llenando los platós de gente que no sabe cómo jugarse la vida, y que podría poner en riesgo la de los demás.

Estas afirmaciones pueden interpretarse como quejas contra el intrusismo profesional, más que como llamadas a la precaución. Pero algo de verdad debe de haber en ellas si recordamos que SJ Harrisla motorista que falleció durante el rodaje de Deadpool 2 en Atlanta, tenía un gran currículum como piloto de carreras, pero ninguno como especialista de cine. Pese a ello, los responsables del filme no vieron nada malo en encargarle una escena de gran riesgo en la cual, además, era necesario conducir sin casco.

A este panorama habría que sumar que los especialistas de Hollywood tienen pocas normativas que les permitan reclamar y pocas asociaciones profesionales que les defiendan. Así pues, estaríamos hablando de un problema de seguridad laboral ante el que los estudios deberían reaccionar inmediatamente (o, en caso de que hagan oídos sordos, al que las instituciones deberían obligarles a reaccionar).

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