'El rey león' en tu consola: así era el videojuego que fue un éxito de los 90

Quizás sea porque nací el mismo año que se estrenó la película, o puede que simplemente tenga que ver con que soy una amante de los animales, pero lo que está claro es que El rey león es y será mi clásico de Disney preferido. Como a mí, a toda una generación le enamoró la triste y valiente historia de Simba (una peculiar versión del Hamlet de Shakespeare), que perdió a su padre a manos de su malvado tío. Si bien la película de 1994 logró encoger el corazón de los espectadores (sí, todos sabéis a qué escena me refiero), su homólogo para las consolas Sega Genesis y Super Nintendo (SNES) hizo lo propio con miles de jugadores en todo el mundo.

Bajo el título Disney’s The Lion King, el videojuego fue una de las numerosas adaptaciones a consolas que la compañía del ratón hizo de sus películas en aquella época. Como venía siendo normal en los títulos que estrenaba, el juego triunfó y se adaptó a numerosas consolas (NES, Game Boy Advance, Master System, Amiga y Windows). Pero, ¿qué lo encumbró más alto que la Roca del Rey?

El éxito de la película hizo que la compañía pusiera en marcha a los creadores de Disney’s Aladdin para realizar un nuevo título. Esta vez los jugadores podrían ponerse en la piel del pequeño león y recorrer los casi exactos escenarios del filme gracias a la técnica Digicel, que permitió utilizar las mismas ilustraciones de la cinta. Esto hizo que el juego destacase sobre otros que contaban con animaciones mucho más limitadas y cuadriculados escenarios.

Pero este no fue el único acierto: los amantes de la música no pasaron por alto el detalle que los productores tuvieron con la banda sonora del videojuego, que incluía las canciones originales de la película, de fondo, durante los niveles.

Por si fuera poco, las escenas intermedias entre los niveles contaban con las voces originales de los protagonistas de la cinta: Matthew Broderick (Simba), James Earl Jones (Mufasa), Jeremy Irons (Scar), Moira Kelly (Nala), Nathan Lane (Timón) y Ernie Sabella (Pumba), entre otros. Cada nivel de juego recreaba una escena del largometraje, por lo que los usuarios podían visitar lugares míticos como la Roca del Rey, el cementerio de elefantes, vivir la gran estampida o despreocuparse de todo en el hogar de Timón y Pumba.

La dinámica del juego, con un total de diez niveles, consiste en superar cada obstáculo que se interpone en el camino, saltando o derrotando a enemigos como monos o panteras. Todo en un escenario en 2D, como los del clásico Mario Bros.

Como detalle curioso, el nivel llamado La estampida cambia esta típica perspectiva de la época para mostrar a Simba visto de frente y teniendo que moverse de un lado a otro para esquivar a los ñus que le persiguen.

Los seis primeros niveles controlamos a un Simba cachorro, con habilidades propias como hacer una voltereta (con la que pasar a los enemigos por debajo) o pisotón (para acabar con ellos); mientras que el resto de niveles se controla al Simba adulto, que pierde esos ataques para cambiarlos por otros más poderosos como arañar o el agarre (con el que se puede derribar a cualquier enemigo de un solo golpe). El videojuego termina en el décimo nivel, cuando Simba vuelve a las Tierras del Reino para enfrentarse al jefe final, Scar.

Para superar con éxito todo el título y llegar preparado la batalla decisiva, la mejor opción que había era realizar los minijuegos que aparecían entre los niveles lo mejor posible, ya que te permitían sumar vidas. Eran dos diferentes: Bug Toss, donde el jugador controla a Pumba, que debe recoger la mayor cantidad de bichos posibles que Timón le arroja desde arriba (sin dejar caer ninguno al suelo y sin comerse ninguna araña); y Bug Hunt, donde el protagonista es el suricato, que debe comerse todos los insectos del escenario, saltando de una plataforma a otra en un tiempo límite.