El precio de las entradas de cine llega a un máximo histórico en EE UU

Con más de 8 euros de media, ir al cine en la superpotencia sale ahora más caro que nunca. ¿Está ocurriendo lo mismo en España?
El precio de las entradas de cine llega a un máximo histórico en EE UU
El precio de las entradas de cine llega a un máximo histórico en EE UU
El precio de las entradas de cine llega a un máximo histórico en EE UU

Basta con echarle un vistazo a las noticias de taquilla publicadas durante el verano para llegar a una conclusión: 2016 está siendo un año pésimo para la industria del cine. Al menos, en lo que respecta a los grandes estudios. La 'infalible' fórmula de llenar la cartelera con secuelas y franquicias ha demostrado no ser tan infalible, y los resultados de muchos grandes estrenos de la canícula han obligado a las majors a remitirse a su taquilla fuera de EE UU para cuadrar cuentas, reafirmando tendencias que ya apuntaban desde hacía varias temporadas. Ahora, vía The Playlist, nos llega un dato que podría explicar en parte esta situación: el precio de las entradas de cine en la superpotencia ha llegado a un máximo histórico.

De acuerdo con la National Association of Theatre Owners, la patronal de los exhibidores de cine en EE UU, una butaca de cine cuesta como media 8,73 dólares (7,99 euros). Una cifra que bate el récord de 2015 (8,70 dólares) como el año en el que más caro salió ir al cine en EE UU. De esta manera, se registra una enorme paradoja: mientras que las recaudaciones de las películas más taquilleras acaban resultando astronómicas, dado que ahora una entrada cuesta más que nunca, el número de entradas vendidas (y, por ende, el de espectadores) va disminuyendo, porque no todos los miembros del público pueden permitirse ese desembolso. Menos aún, indica The Playlist, si las alternativas de ocio doméstico, empezando por los servicios de streaming de cine en internet, son cada vez más asequibles y de mayor calidad.

Por otra parte, no está de más una comparación con el caso español: si bien el precio medio de una entrada de cine en nuestro país en 2016 está por debajo de la cifra estadounidense (7,27 euros, según la asociación de consumidores Facua), también es verdad que el coste de las butacas varía según estas se adquieran en una capital de provincia, en una sala del centro de una gran ciudad o en una multisala en un centro comercial. Las variaciones podrían abarcar desde los 10 euros, en el local más caro, hasta los 4,80 euros cobrados por un cine de Santander. Por otra parte, la misma entidad aseguraba en 2014 que el precio de las entradas de cine había subido un 45,2% durante la última década. Un incremento que casi duplica a la correspondiente subida del IPC.

Según las noticias que citábamos al comienzo de esta noticia, este incremento astronómico en el precio de las entradas se está haciendo notar en las estadísticas de taquilla: a falta de un análisis detallado sobre el caso español, podría decirse que va camino de afectar, y mucho, al modelo de negocio de Hollywood. Por otra parte, deberíamso analizar sus consecuencias desde un ángulo que no suele mencionarse: si bien suele señalarse que esta inflación aleja de los cines a buena parte del público, esta afirmación se hace la mayor parte de las veces pensando en los espectadores adultos, con ingresos propios y cierto poder adquisitivo. Pero, ¿qué ocurre con el público formado por adolescentes y jóvenes? ¿Está formándose una generación de cinéfilos acostumbrada a no pisar las salas, sencillamente, porque no se lo ha podido permitir en sus años de formación? Sólo el tiempo lo dirá...

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