¿El Oscar más barato de la historia?

Con un presupuesto estimado de 250 dólares (menos de 185 euros), el maquillaje de 'Dallas Buyers Club' ha conseguido ser nominado y podría lograr una estatuilla histórica. Por CINEMANÍA
¿El Oscar más barato de la historia?
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¿El Oscar más barato de la historia?

Es ya una tradición firmemente asentada que cada año entre las películas nominadas al Oscar se cuele una producción mucho más pequeña y humilde que el resto de competidoras, normalmente representates de la multimillonaria maquinaria estadounidense dedicada al cine de prestigio. En esta edición, la competidora indie es Dallas Buyers Club, la historia basada en la vida del enfermo de sida Ron Woodroof que el guionista Craig Borten llevaba intentando sacar adelante desde mediados de los 90. Tras mucho pelear con productores y posibles directores (de Dennis Hopper a Marc Forster), el filme finalmente ha visto la luz comandado por Jean-Marc Vallée, con Matthew McConaughey como protagonista y seis nominaciones a los Oscar. ¿El presupuesto final? 5 millones de dólares; calderilla en comparación con los 20 millones de 12 años de esclavitud o los 40 millones de La gran estafa americana. Y de ahí salieron los 250 dólares destinados al departamento de maquillaje y peluquería, que con su nominación podría conseguir el Oscar más barato de la historia la noche del próximo 2 de marzo.

Lo cuenta la maquilladora Robin Mathews (con películas tan distintas como Todos los hombres del rey, Hacia rutas salvajes, Destino final 4, La saga Crepúsculo: Eclipse y Oz, un mundo de fantasía en el currículum) en una entrevista para Vanity Fair, donde afirma que "[los miembros de] la Academia se quedaron con la boca abierta al enterarse". Mathews explica que dado el ajustadísimo presupuesto de la producción ("la más exigua en la que he trabajado"), el rodaje se completó en 23 días, por lo que la extrema pérdida de peso a la que se sometieron McConaughey y Jared Leto para interpretar a sus personajes en los estadios más avanzados de su enfermedad se mantuvo inalterada durante todo el proceso. En las escenas más tempranas, o cuando la medicación les hace mejorar, es todo cuestión de maquillaje y prótesis que los veamos más sanos y corpulentos.

"Tuvimos que llevarles y traerlos del aspecto más enfermo al más sano hasta cinco veces cada día", explica Mathews recordando el rodaje cronológicamente alterado de la historia. "Mantuvieron su pérdida de más de 18 kilos durante toda la producción. Así que cuando los ves en la película con 11 kilos más y un aspecto más saludable debido a la mediación, es sólo maquillaje". Cuando la maquilladora tuvo que hacer los sarpullidos (dermatitis seborreica) que les salen a algunos pacientes de sida, se encontró con que no le quedaba dinero para comprar prótesis. "No tenía dinero para comprarlas, no tenía tiempo para fabricarlas, no tenía ayuda, así que tuve que apañármelas. Acabé usando sémola de maíz y polenta, porque era barato", cuenta en la entrevista. "De hecho, eso tuve que tomarlo prestado de la despensa de mi madre, porque ni siquiera teníamos dinero suficiente para comprarlo".

Este último detalle es significativo para relativizar esos apenas 185 euros que supuestamente costó el maquillaje del filme. Como se ha comentado en el foro reddit, lo sucedido en Dallas Buyers Club no es más que la lamentable práctica habitual en las producciones de bajo presupuesto o el cine low-cost, donde se tiende a reutilizar equipos ya amortizados, puede haber profesionales que capitalicen su trabajo o, como es el caso, miembros del equipo aportan de su bolsillo materiales necesarios para seguir adelante. Todo ello incrementos reales del "precio" final de la película que después no suelen ser tenidos en cuenta al alabar los resultados conseguidos con tan poco dinero.

Dallas Buyers Club se estrena el 14 de marzo.

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