El legado de un inglés bajito: Lo mejor de Bob Hoskins

Tras 40 años de carrera, el actor de Suffolk ha anunciado su retirada por causa de la enfermedad de Parkinson. Le rendimos homenaje recordando sus grandes películas. Por YAGO GARCÍA
El legado de un inglés bajito: Lo mejor de Bob Hoskins
El legado de un inglés bajito: Lo mejor de Bob Hoskins
El legado de un inglés bajito: Lo mejor de Bob Hoskins

Menudo verano más triste llevamos, lectores. Por si no fuese poco con haber tenido que escribir obituarios para Chris Marker, Sancho Gracia y Carlo Rambaldi, nos hemos enterado también de que Bob Hoskins deja el cine. Lo cual no tendría nada de malo, porque tras 40 años de carrera uno tiene la jubilación bien ganada, si no fuese porque el actor inglés deja los platós a causa de la enfermedad de Parkinson. Así las cosas, parece que Blancanieves y la leyenda del cazador ha sido nuestra última oportunidad para ver a este señor bajito y avinagrado derrochando esa mala leche que tan bien se le da, pero afortunadamente el dvd existe para algo. Rendimos homenaje a Hoskins recordando sus mejores papeles.

El largo viernes santo (1980)

Algo olvidada en la actualidad, pero siempre reivindicable, esta película es una delicia para quienes disfrutamos de los thrillers criminales a la inglesa, como Asesino implacable (Get Carter), Lock & Stock y Layer Cake. En su papel de Harold Shand, un gangster del East End londinense capaz de acollejar a cualquier personaje de Guy Ritchie, Hoskins tuvo su primer papel protagonista, acompañado además por Helen Mirren y un Pierce Brosnan muy, muy primerizo.

Brazil (1985)

¿Te entran sudores fríos cuando le abres la puerta al fontanero o al electricista? Entonces, es bastante probable que hayas visto esta película de Terry Gilliam y recuerdes la intervención de Hoskins. Aunque su papel, el de un técnico de reparaciones adicto a los formularios, sea muy menor, se lleva alguno de los mejores gags del metraje gracias a su acoso y derribo al pobre Jonathan Pryce y a su aire acondicionado. Ni siquiera Robert De Niro, superhéroe fontanero, consigue mantenerle a raya.

Mona Lisa (1986)

En El largo viernes santo, pudimos ver a Hoskins encarnando a un padrino del crimen británico. Y en este filme, perteneciente a la etapa más brutal de Neil Jordan, nuestro hombre se convierte en un hampón recién salido de la cárcel, degradado por su jefe al puesto de guardaespaldas de una prostituta. La película resulta un regalo para los amantes del noir, pero, además, resulta que dicho jefe es... Michael Caine. Hay que ser muy buen actor para aguantar el tipo ante 'Sir' Michael, y Hoskins lo demostró llevándose un Globo de Oro y una nominación al Oscar.

¿Quién engañó a Roger Rabbit? (1988)

Hay que ver: toda una carrera cimentada en roles de tipo brutal (aunque, a veces, con buen corazón), y acabas debiéndole el estrellato a un conejo animado e hiperactivo. El hecho de que dirgiese un Robert Zemeckis aún en buena forma ayudó bastante a que esta película acabara resultando uno de los títulos de culto más inolvidables de los 80. Y la entrega de Hoskins a un papel difícil con ganas queda demostrada cuando descubrimos que, según afirma, los largos meses de rodaje con compañeros de reparto imaginarios acabaron provocándole alucinaciones.

El viaje de Felicia (1999)

Pasado el bache que le supuso intervenir en Super Mario Bros. y tras la acogida más bien tibia dispensada a proyectos cazaoscar, o cazaBAFTA, como Agente secreto y 24-7: Twenty Four Seven, Hoskins se resarció en el último año del siglo XX. Entre las ocho películas (sí, ocho) estrenadas por nuestro hombre en 1999, sobresale este proyecto raro, raro dirigido por Atom Egoyan y a medio camino entre el drama y el psychothriller. No podemos contar mucho sobre su historia para evitar spoilers, sólo señalamos que recordar al personaje de Hoskins, y a sus recetas de cocina, nos provoca escalofríos.

Enemigo a las puertas (2001)

"Me llamo Nikita Sergeyevich Kruschev. Y he venido a poner las cosas en orden", dice Hoskins. Y nos lo creemos: además de por la solvencia como director de Jean-Jacques Annaud, por la villanía aristocrática de Ed Harris y por lo bien que se le da a Jude Law permanecer impasible mientras apunta con su rifle, si Enemigo a las puertas queda como el único filme bélico de los dosmiles capaz de hacerle sombra a Salvar al soldado Ryan es gracias a su interpretación. Tal es la mala leche y la astucia derrochada por nuestro héroe, que parece capaz de echar él solito a los nazis de Stalingrado.

Mrs. Henderson presenta... (2005)

Hoskins, Judi Dench, Stephen Frears dirigiendo y un montón de chicas ligeras de ropa. No suena mal, ¿verdad? Aunque Blancanieves... vaya a pasar a la posteridad como la última película con nuestro hombre en el reparto, esta comedia bélica quedará como su último rol protagonista, y también como uno de sus trabajos más divertidos. A sueldo de la Dench, aristócrata intratable, el empresario teatral Hoskins se dedicará a levantar la moral de las tropas inglesas durante la II Guerra Mundial a base de tetas al por mayor.

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