El laberinto de Christopher Nolan

Si te has perdido en las complejidades de 'Origen' y quieres escapar, guíate con estas once pistas sobre su autor.
El laberinto de Christopher Nolan
El laberinto de Christopher Nolan
El laberinto de Christopher Nolan

Pista 1: El juego del gato y el ratón

 Todos los personajes son perseguidores, y perseguidos en las películas de Christopher Nolan. El protagonista de Origen persigue el santo Grial de los ladrones de sueños mientras una mujer misteriosa le da caza sin descanso. Bruce Wayne (Batman) busca el fin de su tormento interior, y la derrota de sus enemigos. Los magos Angier y Borden (Christian Bale y Hugh Jackman en El truco final) se acechan el uno al otro entre los vericuetos de su oficio. El detective Al Pacino quiere meter entre rejas a Robin Williams y echarse una buena siesta, mientras que  el protagonista desmemoriado de Memento busca al asesino de su esposa… Y a lo que queda de sus recuerdos fragmentados (y tatuados). ¿Qué te puedes esperar de un tipo cuyo primer largo (1998) se titula Following? Pues, sospechamos, una persecución infinita.

Pista 2: La locura

Excéntricos. Dementes. Tocaos del ala. No hay película de Nolan que se vea privada de una figura, o varias, viviendo con un pie dentro y otro fuera de la realidad. Asesinos con pérdidas de memoria, millonarios que se visten de murciélago para combatir el crimen, prestidigitadores enfrentados entre sí hasta la obsesión, soñadores que no distinguen sus delirios de la realidad… Y, para postre, El Joker devorador de Heath Ledger en El caballero oscuro. ¡Ah! Y asesinos con pérdidas de memoria, también. Casi se nos olvida…

Pista 3: Los desdoblamientos

Ahora les ves, ahora no les ves. O sí, pero con otra cara. ¿Es El Joker el reverso oscuro deBruce Wayne? ¿De quién habla realmente  Guy Pearce cuando nos cuenta la historia deSammy en Memento? El mundo de los sueños de Origen, ¿es menos real que su contrapartida en la vigilia? Para constatar esta pasión nolaniana por la multiplicidad de los significados, nada mejor que revisar El truco final: un filme en el que la realidad se divide, se triplica, se cuadriplica…

Pista 4: El tiempo desarticulado

Tras rodar un filme (Following) con dos líneas temporales simultáneas, ¿cuál es el siguiente paso? Pues rodar uno (Memento) cuya trama se lee al revés, gracias al montaje y a la historia del hermanísimo Jonathan Nolan. A partir de Insomnio, las películas de Nolan siguen una estructura más convencional… Dentro de lo que cabe, porque el londinense mantiene la saludable costumbre de llenarlo todo de flashbacks y, en su defecto, de montajes paralelos como los que articulan casi la totalidad de El caballero oscuro.

Pista 5: Las mentiras

 Ya lo dice Gregory House: “Todo el mundo miente”. Y los personajes de Nolan, los que más. Bien a sí mismos (Memento), bien al sistema legal (Insomnio), bien mediante juegos de manos (El prestigio), bien ocultándose tras la máscara del murciélago o mediante una falsa identidad (¿te acuerdas de Ken Watanabe Liam Neeson en Batman Begins?) nadie en estas películas es quien dice ser.

Pista 6: Los antihéroes

La fotografía de las ‘películas Nolan’ siempre está llena de tonos grises, igual que la conciencia de sus personajes. El que más claro lo tiene es Bruce ‘¿Soy un fascista o un héroe?’ Wayne,pero tanto él como Al Pacino, policía falseador de pruebas en  Insomnio, son conscientes de sus vacilaciones, algo que el desgraciado prota de Memento jamás podrá decir de sí mismo (¿seguro?). Olvídate de lo bien que te cae Leo DiCaprio y recuerda esto al ver Origen: cuando robas los sueños de alguien, le robas un fragmento de su vida…

Pista 7: La ciudad interior

A los paisajes mentales de sus personajes, siempre tan grises, atormentados y tortuosos, Nolan responde con ambientaciones igual de tétricas. Por cortesía de Wally Pfister, su director de fotografía habitual, el director nos convenció (en Batman Begins y, sobre todo, en El caballero oscuro) de que Chicago se llama Gotham City, y ahora en Origen lleva esta técnica al extremo mostrándonos una urbe (París, tal vez, o Nueva York: depende de quién esté soñando) retorciéndose sobre sí misma como una figura de Escher. Su única escapada campestre hasta la fecha (Insomnio) nos dio unas ganas locas de volver a pisar el asfalto.

Pista 8: La técnica

Sus detractores dicen que no sabe rodar las escenas de acción, pero todos (fans o no) coincidimos en que pocos directores hoy en día superan a Christopher Nolan combinando alardes técnicos con solidez narrativa. Following y Memento, sus dos primeros trabajos, tenían mucho de virguerías de cineasta precoz, pero tendría que llegar El caballero oscuro para hacernos descubrir la verdad: muy pocos directores pueden tomar sobre sí el peso de una superproducción y convertir a ésta, en el proceso, en una obra personal. A uno no le comparan con Kubrick Coppola por nada.

Pista 9: Las revelaciones

A riesgo de llenarlo todo de spoilers, debemos mantener el silencio sobre este particular. Pero te sugerimos que revises Doodlebug, su cortometraje de 1997 (video arriba) para comprobar que la pasión de Nolan por los giros finales y los vericuetos en el guión viene de muy, muy lejos.

Pista 10: Michael Caine

La intervención del veterano Sir Michael en Origen es breve y casi anecdótica, pero marca el tercer punto de una colaboración que comenzó en Batman Begins y no tiene visos de acabar. Y el hecho de que Caine (eximido, por su carrera y su talento, de trabajar con directores que no le caen bien) haya congeniado tan estupendamente con nuestro hombre marca la pauta de la clase de intérpretes con los que Nolan se siente a gusto: ingleses (o galeses, como Christian Bale) de registros camaleónicos, como Gary Oldman, y capaces de darnos mucho miedo, como el australiano (pero londinense de nacimiento) Guy Pearce cuando nos mira fijamente antes de revisarse los tatus.

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