El guion perdido de 'El ascenso de Skywalker' es mejor que la película

Con una película tan poco satisfactoria como El ascenso de Skywalker para darle colofón, parecía que Star Wars iba a tener un final indigno de su leyenda. Pero, según vemos ahora, los últimos estertores de la saga galáctica (tal y como la habíamos conocido hasta ahora) van a ser mucho más divertidos, porque en ellos hay un misterio dentro de un enigma. O un dónut dentro de otro dónut, como diría el otro. ¿De qué se trata? Pues de un enigmático guion de la película filtrado en internet.

El libreto de marras, que llegó a nuestra galaxia a través YouTube y del subreddit 'Star Wars Leaks', fue presentado como obra de Colin Trevorrow y Derek Connolly. Así pues, habría sido escrito en 2016, antes de la muerte de Carrie Fisher, y también antes de que este director y su guionista habitual abandonasen El ascenso de Skywalker por las habituales 'diferencias creativas'. El problema es que Trevorrow ha negado tajantemente esta posibilidad en Twitter:

"¡Uf, esto es duro! Normalmente no diría nada, pero ni una sola cosa de estas estuvo jamás en ningún guion escrito por Derek o por mí. Ni una". Esas son las palabras de Trevorrow para aquellos que le adjudican la paternidad del texto.

Pero el rompecabezas no se acaba con este desmentido de Colin Trevorrow. AV Club afirma haber consultado a una fuente fiable según la cual este guion descartado es auténtico y estuvo a punto de llegar a la pantalla.

Otros rumores (recogidos por The Playlist) señalan como posible autor a Jack Thorne (Harry Potter y el príncipe mestizo). Resulta que Thorne trabajó en la película después del despido de Trevorrow y Connolly, antes de que J. J. Abrams decidiera rodar la historia escrita por él mismo y Chris Terrio. 

Eso, por no mencionar las similitudes entre el guion 'filtrado' y cierta versión alternativa de la película (en forma de fan fiction) que circuló por el Twitter de habla hispana poco después de su estreno. Pero tal vez señalar esta posibilidad sea demasiado retorcido.

En fin, vamos al lío. Sean cuales sean sus autores, este Episodio IX de Star Wars no se titula El ascenso de Skywalker, sino Duel of the Fates. Es decir, como esa pieza coral, escrita por John Williams para la BSO de La amenaza fantasma, considerada por muchos como uno de los pocos elementos salvables de las precuelas. Una forma muy elegante de subir el listón y jugarse el todo por el todo.

En el opening crawl de rigor, descubrimos que el sacrificio de Luke Skywalker en la batalla de Crait sí que logró reavivar las simpatías hacia la Resistencia. Tanto es así, que la Primera Orden (encabezada ahora por el flamante canciller Hux) ha tenido que aplicar un plan de emergencia para suprimir esta revolución: bloquear las comunicaciones entre los sistemas habitados de la Galaxia. Así pues, la misión de los héroes será solucionar este apagón y poner en marcha la insurrección definitiva.

La historia propiamente dicha empieza en un astillero espacial en el que Finn, Rose y BB-8 desempeñan una misión de sabotaje. Rey aparece disfrazada de morador de las arenas de Tatooine, y revela su nueva arma: un doble sable de luz creado a partir de su bastón y de los restos del arma de Luke. La misión sale mal (para variar), pero durante su huida los héroes (junto a Poe Dameron) roban un destructor imperial.

Aquí nos encontramos con una divergencia importante con respecto a El ascenso de Skywalker: la ausencia del emperador Palpatine. En lugar de eso, Kylo Ren anda por Mustafar, buscando en el palacio derruído de Darth Vader un holocrón que le revelará el paradero de Tor Valum, antiguo maestro Sith que adiestró al malo malísimo. Por si el personaje de Adam Driver no tuviera bastante con su búsqueda, resulta que el fantasma de Luke Skywalker le sigue a todas partes, haciendo buena su promesa del final de Star Wars: Los últimos Jedi. El difunto héroe no para de tomarle el pelo, con frases como "aquí es donde te lleva el Lado Oscuro: a una tumba vacía".

De vuelta con los héroes, una conversación entre Finn y Rey revela que esta última sigue en contacto mental con Kylo Ren, y que tiene dudas sobre sus aptitudes Jedi (por mucho que el fantasma de Luke, que también se le aparece a ella, insista en que complete su entrenamiento). La lectura de los antiguos textos de la orden le revela la existencia de una baliza de la Fuerza, un antiguo sistema de comunicación que podría enviar el mensaje de la Resistencia a los sistemas bloqueados.

Kylo Ren regresa a Coruscant (el antiguo planeta capital de la República y el Imperio) hecho un destrozo. Viste una armadura mandaloriana que se ha fundido parcialmente y está adherida a su rostro. Hux y él, que siguen odiándose a muerte, se ponen de acuerdo en al menos una cosa: Kylo se encargará de Rey, mientras que el militar destruirá lo que queda de la Resistenica. Como acto simbólico, el caballero oscuro lanza la máscara de Darth Vader desde lo alto de una torre, mientras espeta: "Dejaste que el amor nublara tu mente".  

Finalmente, Kylo Ren encuentra a Tor Valum, descrito como una criatura primigenia del estilo de H. P. Lovecraft. Su entrenamiento es tan cruel como cabe esperar de un gran maestro Sith, e incluye un duelo entre Kylo y una imagen mental de Darth Vader: al final, el hijo de Leia y Han Solo acaba hecho un cristo, envuelto en una armadura mandaloriana cuyos restos fundidos se han adherido a su cuerpo.

A partir de este momento, los héroes se dividen en dos grupos. Rose, Finn, R2-D2 y C3PO irán al antiguo templo Jedi de Coruscant para encender la baliza de la Fuerza. Rey, Poe y Chewbacca irán a la búsqueda de antigua sabiduría Jedi.

Durante el tercer acto del guion, el primer grupo las pasa canutas para poner en marcha la baliza, incluyendo una primera intentona sin éxito. En cuanto al grupo de Rey, se verá perseguido por los Caballeros de Ren hasta un planeta llamado Bondan, donde una vieja vidente le revela cierta conexión de su pasado con otro lugar: Mortis. 

Tras muchas vicisitudes, incluyendo la captura y tortura de Rose, el equipo de Coruscant logra su objetivo de forma épica donde las haya: levantando en armas a los habitantes del planeta y a algunos soldados de asalto. En este momento aparece Lando Calrissian, que ha organizado a los contrabandistas de la Galaxia para luchar contra la Primera Orden. El resultado es una batalla por tierra y aire similar al final de El retorno del Jedi. Su camino y el de Rey se cruzan en Mortis, y allí la heroína descubre la verdad: sus padres (que no tenían nada que ver ni con los Skywalker ni con Palpatine) murieron a manos de Kylo Ren. Aunque los fantasmas de Luke, Yoda y Obi-Wan Kenobi tratan de salvar al villano, pero es inútil: "Ben Solo se ha extinguido".

Así pues, el duelo final termina con la muerte de Kylo y la victoria de los rebeldes.

Dejando de lado la cuestión de si este guion es auténtico o no, cabe preguntarse si nos hubiera gustado verlo en la pantalla. La respuesta, claro, dependerá de la opinión de cada uno, pero admitamos que Duel of the Fates tiene muchos elementos positivos. Añade nuevas figuras al canon de la saga, tiene potencial para grandes momentos épicos y dedica guiños al Universo Expandido. Además, respeta mucho más la historia de Los últimos Jedi y sobre todo la de Rose Tico: "Espero que Kelly Marie Tran nunca lea esto, porque su personaje tiene mucho protagonismo y está muy bien escrito", señala un lector en Reddit.

Por otra parte, la presencia de Leia habría obligado al director (fuera este quien fuese) a recurrir a trucos visuales o, peor aún, al enmascaramiento CGI de una actriz que reemplazase a Carrie Fisher. Asimismo, algunos elementos de la historia parecen algo cogidos por los pelos, y la aniquilación final de Kylo Ren parece traicionar ese mensaje redentor que está en la base del espíritu warsie.

En todo caso, leer los breakdowns del guion que circulan por internet supone una experiencia muy interesante. Para empezar, porque nos recuerdan que la Galaxia Muy, Muy Lejana es también muy, muy grande, y en ella las posibilidades son infinitas.