El gran momento de Tony Stark en 'Vengadores: Endgame' estuvo a punto de no ocurrir

Aún no nos hemos podido recuperar del todo de ver Vengadores: Endgame y cada día, a cada hora, nos vuelven a la cabeza frases o momentos que siguen estremeciendo. Lo que han logrado los hermanos Russo con el Universo Cinematográfico de Marvel es algo llamado a trascender en la historia del blockbuster y, por eso, resulta tan raro imaginársela sin alguna de sus piezas más memorables. Por eso es inevitable sorprenderse, también, con la revelación de que uno de sus momentos más épicos por poco no entra en el montaje final. Y sí, a continuación, SPOILERS.

Según recoge SlashFilm, se trata de esa escena cerca del final en la que Tony Stark (Robert Downey Jr.) mantiene un encarnizado combate con Thanos (Josh Brolin). El Titán Loco vuelve a pensar que lleva las de ganar y, de una forma muy arrogante, repite una de sus frases fetiche: "Soy inevitable". A lo cual nuestro amigo Tony le lanza la réplica más espectacular posible ("Y yo soy Iron Man"), y consigue destruir con sólo un chasquido de dedos a su enemigo, aunque a costa de su propia vida.

Al parecer, esta frase no estaba en el guión original de Vengadores: Endgame, y de hecho ya la película se había rodada cuando Joe y Anthony Russo advirtieron que faltaba algo, en la misma sala de montaje. "Tiene que decir algo. Este personaje nunca se ha podido callar", pensaron entonces, y lo intentaron con un montón de frases posibles sin que ninguna les convenciera. ¿Qué réplica podía definir a Tony Stark en los segundos previos a toda una vida de heroísmo y chulería? ¿Qué sería digno, en definitiva, de figurar en su lápida?

La idea acabó viniendo del montador, Jeff Ford, que ya había trabajado con los Russo en sus cuatro films dirigidos para Marvel y, según los hermanos, "era un narrador excelente". "¿Por qué no cerramos el círculo y hacemos que diga 'Yo soy IronMan'?", sugirió. La reacción entonces no se hizo esperar, con los Russo mandando a la gente de vuelta al plató y apresurándose a rodear la escena, que apareció por los pelos en el montaje destinado a los cines.

¿Te imaginas esa escena sin Iron Man teniendo la última palabra? ¿No, verdad? Así que por favor, todos juntos, démosle las gracias al bueno de Jeff Ford.