Aunque las malas lenguas digan que, si Quentin Tarantino no anda de por medio, Uma Thurman resulta una actriz ajustadita, la diva de las grandes pestañas nos demuestra de cuando en cuando que esto no es así... Y también que su caché ya no es el que era. Y es que no es lo mismo rodar un anuncio para un perfume de marca que prestar tu imagen a una bebida gasificada.
Esperando que que su cineasta del alma la reclame para las nuevas entregas de Kill Bill, la Thurman se marca un momento cachondo en este spot para Schweppes: dejémoslo en que, cada vez que la actriz menciona la popular marca de gaseosas, el reportero que la entrevista capta una palabra que también empieza por "s". Disfrutadlo.
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