Edward Norton: "Son las salas quienes están destruyendo el cine, no Netflix"

El actor y director, que en breve estrena 'Huérfanos de Brooklyn', arremete contra las cadenas de cine que no exhiben de manera adecuada las películas.
Edward Norton: "Son las salas quienes están destruyendo el cine, no Netflix"
Edward Norton: "Son las salas quienes están destruyendo el cine, no Netflix"
Edward Norton: "Son las salas quienes están destruyendo el cine, no Netflix"

Desde que dirigió la comedia romántico-religiosa Más que amigos en el año 2000, Edward Norton no había vuelto a ponerse detrás de las cámaras. Prácticamente dos decenios después va a estrenar un proyecto bastante distinto: Huérfanos de Brooklyn, adaptación de una emblemática novela negra de Jonathan Lethem (Cuando Alice se subió a la mesa, La fortaleza de la soledad) ambientada en Nueva York durante la década de 1950. Y durante el tiempo que ha pasado entre ambos filmes los hábitos de consumo de películas han cambiado considerablemente.

Norton no está nada de acuerdo con las voces que apuntan a las plataformas de streaming como Netflix al buscar culpables para el derrumbe en la asistencia de público a las salas de cine. "Si tuviera que señalar el auténtico causante de que la gente prefiera ver las cosas en Netflix en vez de ir a los cines sería cómo las salas ahorran en bombillas", dispara en una entrevista con The Daily Beast el actor tres veces nominado a los Oscar.

Se refiere a las malas proyecciones con baja luminosidad que imperan en las cadenas de multisalas. "La gente no tiene ni idea de cuántos cines hacen esto. Muchos directores y directores de foto que conozco afirman que más del 60% de los cines de EE UU ponen sus proyectores al menos a la mitad de la luminosidad a la que estarían obligados por contrato", denuncia Norton. "Son las salas quienes están destruyendo la experiencia de ir al cine. Punto final. Nadie más".

"Están ofreciendo sonido malo e imagen borrosa, y nadie les dice nada. Si hicieran lo que tienen que hacer, la gente alucinaría y se daría cuenta de que no puede ver lo mismo en casa", prosigue el actor, que compara el atropello que sufren las películas mal proyectadas en salas de cine con los filtros de suavizado de imagen que incorporan los televisores modernos y han sido criticados públicamente por Tom Cruise y Christopher McQuarrie. "Me gustaría que la gente buscara al responsable de su sala de cine y le dijera: 'Si la película se ve oscura, me devuelves el dinero".

En algunos casos, esta mala práctica de algunas salas de cine ha trascendido más de lo habitual. Ocurrió el año pasado con Solo: Una historia de Star Wars, cuya fotografía de Bradford Young a base de claroscuros sufrió las consecuencias de proyecciones muy oscuras y los espectadores se quejaban de no poder distinguir nada en pantalla.

"Fui a hacer un test de calidad de mi película en un cine donde ponían Capitana Marvel y la estaban proyectando a menos de la mitad de la luminosidad adecuada", insiste Norton. "Hay que entrenar a la gente para que reclamen su dinero".

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