Ediciones 'unrated': Cuando la censura vende

'Lobezno inmortal' promete una edición en dvd sin cortes, pero con más sangre y más garras. Nosotros repescamos películas cuyas ediciones domésticas aportaron sexo y violencia a los montajes que llegaron al cine.
Ediciones 'unrated': Cuando la censura vende
Ediciones 'unrated': Cuando la censura vende
Ediciones 'unrated': Cuando la censura vende

Como sabemos, sólo hay una cosa que un productor de Hollywood tema más que a un director (o actor) con ideas propias: una calificación 'NC-17 de la MPAA. Si por cosas del sexo, o de la violencia, la entidad censora del cine estadounidense decide ponerle este sello a un filme, el acceso a las salas estará vedado a los menores de 18 años, lo que equivale a un atroz recorte de las posibilidades comerciales y, técnicamente, lo iguala con una película porno. A fin de esquivar este triste destino, la mayoría de los productores y cineastas acceden a efectuar los cortes que sean necesarios, para obtener la 'R' (menores acompañados) y captar así a la chavalada. Ahora bien: hay veces en las que esto puede resultar una gran herramienta de márketing.

¿A qué nos referimos? Sencillo: tomas una película que ha llegado a las salas con fama de 'fuerte' (bien por la cosa erótico-festiva, bien por la sangre, bien por ambas cosas), le devuelves los fragmentos descartados para hacerla más tolerable por los señores de la tijera, y la editas en dvd con un rótulo bien grande que ponga 'Unrated'. Es decir: "Sin calificar" por la MPAA, y por lo tanto no sujeta a censura. Según ha declarado el director James Mangold, Lobezno inmortal se beneficiará de esta maniobra, contando con una futura edición doméstica con más sangre, más violencia y más garras de adamántium. Y nosotros hemos elegido unas cuantas versiones no calificadas que hicieron historia, o que merece la pena ver por diversas razones.

American Pie (Paul Weitz, 1999)

Según iremos viendo en este informe, hay dos motivos principales para que una película aparezca como unrated en dvd: una es la sangre. Y la otra... Pues cuál va a ser: el sexo. Aunque ese sexo esté más orientado hacia la producción de vergüenza ajena que de excitación carnal, como ocurre en la saga de Jim, Michelle Stifler. Aunque no demasiado numerosos, los cortes de esta versión añaden un plus de cachondeo a escenas tan emblemáticas como la del pastel de manzana o el cibersexo con webcam (con evidentes pruebas de autoerotismo digital a cargo de Shannon Elizabeth). Ah, y para no perder la costumbre, casi todas las entregas posteriores, incluidas aquellas directas a dvd, han tenido montajes sin calificar. El de la postrera American Pie: El reencuentro está actualmente en preparación.

Saw (James Wan, 2004)

Sentando un precedente que acompañaría a casi todas las entregas de la saga, la primera parte de Saw sufrió abundantes tijeretazos para acomodarse a los estándares de la MPAA. De ahí que, según el ejemplo de American Pie, su versión unrated en dvd fuese anunciada a bombo y platillo. Viéndola, constatamos que James Wan (Expediente Warren: The Conjuring) se quedó a gusto en lo que a mutilaciones y escarificaciones se refiere. Por otra parte, esta medida también marcó tendencia, porque desde entonces, todos los filmes sobre el (o los) asesino(s) Jigsaw y sus máquinas infernales han tenido su correspondiente versión sin calificar, y sin más cortes que aquellos provocados por los artilugios en sus víctimas.

Virgen a los 40 (Judd Apatow, 2005)

¿A dónde vamos a llegar? ¿También se ensañó la censura con las aventuras de ese Steve Carell tan majo y tan inmaculado? Pues se ve que sí: mientras que otros montajes unrated se limitan a añadir unos pocos minutos, o incluso segundos, a la versión estrenada en cines, el dvd de Virgen a los 40 presenta una diferencia de un cuarto de hora. La mayoría de los cambios se hallan en los diálogos (con más presencia de palabras tales que "follar" y otras expresiones poco decorosas), amén de la consabida inclusión de anatomía femenina. Algunas de las escenas eliminadas, eso sí, son joyitas, como un momento muy freudiano relacionado con una fantasía masturbatoria.

Bad Santa (Terry Zwigoff, 2003)

Tratándose de una película tan tortuosa y difícil de clasificar (¿es un drama cachondo? ¿es una comedia deprimente?), la saga del santaclaus Billy Bob Thornton tuvo una trayectoria bastante compleja en formato doméstico. La versión unrated, aparecida en EE UU con el título de Badder Santa, añadía siete minutos al metraje estrenado, añadiendo más obscenidades en los diálogos, más fechorías perpetradas por el protagonista y, sobre todo, más strippers ligeras de ropa. Pero la cosa no acaba aquí: en 2006, Terry Zwigoff estrenó su propia versión del director, afirmando que la edición anterior había sido elaborada sin su consentimiento y que los hermanos Coen (productores del filme) le forzaron en su día a alterar la película. En contra de lo acostumbrado, este nuevo montaje es más corto que la versión estrenada, y entre sus diferencias con las otras versiones están la ausencia de voz en off.

Juegos salvajes (J. McNaughton, 1998)

Hay versiones unrated sin otro pretexto que el sensacionalismo, otras que resultan montajes del director encubiertos (ey, algún gancho hay que poner para que la gente se compre el dvd), y también las hay que resultan imprescindibles. El montaje sin calificar de Juegos salvajes pertenece a este último apartado, y no sólo porque en él se recuperen dos momentos de sexo (uno lésbico, y otro hetero) más abundantes planos de Denise Richards y Neve Campbell ligeras de ropa. Nos referimos, lectores, a la presencia incomparable de Bill Murray: el actor, que ya había trabajado con John McNaughton en La chica del gángster, dio vida al abogado de Kevin Bacon en una escena que no llegó al montaje final, pero que fue recuperada aquí para general regocijo.

La cosa más dulce (Roger Kumble, 2002)

Lo que hay que ver: una chick filck de lo más inocuo, y con Cameron Diaz, que aparece en versión sin calificar. ¿Qué vamos a encontrar en ella, escenas de la prota hablando de chicos y de ropa? Pues más bien no, porque la edición sin censura de La cosa más dulce demuestra cómo los tijeretazos pueden convertir una película ingeniosa en un dulzón trabajo de temporada. El metraje añadido a esta edición consta de 6 minutos, en los cuales aguardan un Jason Bateman apaleado con bates de béisbol, una contundente vomitona y un número musical conocido por los fans anglosajones del filme como The Penis Song. El cual, como podrás deducir, presenta a Cameron, a Christina Applegate y a Selma Blair, más varios espontáneos, entonando una oda a los miembros masculinos de talla extragrande. Para que luego digan que el tamaño no importa...

RoboCop (Paul Verhoeven, 1987)

Como ya consignamos en el reportaje de rigor, Paul Verhoeven anduvo a cabezazo limpio con la censura durante toda la producción y la postproducción de su obra maestra. Y tuvo que ser toda una institución del cine doméstico, la Criterion Collection, la que recuperase (en su edición laser disc de 1989) las masivas dosis de sanguinolencia y humor negro que el director dejó fuera del filme para evitar la calificación X. Los añadidos de la edición unrated no llegan a un minuto, y se centran en la primera aparición del robot ED 209 y en la tremenda balacera que deja al pobre Murphy (Peter Weller) listo para su reciclaje y enlatado. Ahora bien, en ellos también aparecen algunos chistes one liner con bastante mala baba, lo cual nos crea una duda: ¿qué desagradó más a los censores, las efusiones de hemoglobina o los toques jocosos?

Grindhouse (R. Rodriguez, Q. Tarantino, 2007)

Una razón más para aborrecer la censura: suele cebarse especialmente en los grandes maestros. Pero, conociéndole, estamos seguros de que a Tarantino le encantó poder lanzar su programa doble (junto a Robert Rodriguez, no lo olvidemos) en versión unrated, como corresponde a un tributo al cine más cutre y sensacionalista. Según descubrimos por su edición en dvd, los tijeretazos sufridos por Death Proof y Planet Terror no fueron considerables, abarcando los consabidos planos sangrientos, unas pocas pronunciaciones de la palabra fuck, algo más de carne femenina y, lo más curioso de todo, una escena de 11 minutos en la cual (entre otras cosas) vemos a Kurt Russell lamiendo con fruición los pies de Rosario Dawson. Hay que ver, Quentin, tú siempre a lo tuyo.

Sex Drive (Sean Anders, 2008)

En su versión estrenada, Sex Drive no pasó de ser un filme olvidable que bebía descaradamente de Viaje de pirados y American Pie. Ahora bien, la edición unrated es una cosa bien distinta, más que nada porque es una parodia de las ediciones unrated. El cachondo de Sean Anders nos explica esto en el prólogo a un montaje donde encontramos 20 minutos adicionales, concebidos para convertir al filme en la pesadilla de cualquier censor. En palabras del propio cineasta y del productor John Morris: "Cuando ves un montaje sin calificar, suele ser una decepción, porque te encuentras con la misma peli, sólo que con unas pocas tetas más. Pero, aquí, nosotros te prometemos más tetas, más pollas y un montón de escenas y de bazofia que hará que la película te resulte demasiado larga". Damos fe de que el resultado es tan cachondo que hasta dan ganas de perdonarle a Anders Los pingüinos del señor Popper. 

Calígula (Tinto Brass, 1979)

Para consternación de su director, de su estelar reparto (Malcolm McDowell, John Gielgud, Helen Mirren...) y del guionista Gore Vidal, el productor Bob Guccione se hizo cargo de Calígula durante la postproducción con un objetivo claro: convertir lo que se planeó en un principio como una película erótica y perversa, pero de calité, en el filme porno más caro de la historia. Y ambientado en la antigua Roma, además. Lo cual no sólo condenó al filme a una sucesión de montajes y remontajes que ríete tú de Blade Runner, sino que también la convirtió en una pionera de los montajes unrated. La versión explícita del filme se exhibió en salas generalistas, con un gran éxito de público que, sin embargo, no permitió recuperar los 47 millones de euros de presupuesto. Y, en lo que respecta al mercado doméstico, hubo que esperar a 2007 para verla íntegra en dvd. Lo cual tampoco resulta un logro tan grande, porque con escándalos o sin ellos, Calígula es más mala que el cólera.

Más noticias de cine, próximos estrenos y series de televisión en CINEMANÍA.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento