Dorothy Stratten y Peter Bogdanovich: la historia más triste de Hollywood

'One Day Since Yesterday: Peter Bogdanovich & the Lost American Film' es un documental sobre amor, pérdida y cine que puedes ver en Filmin.
Dorothy y Peter: La historia más triste de Hollywood
Dorothy y Peter: La historia más triste de Hollywood
Dorothy y Peter: La historia más triste de Hollywood

Peter Bogdanovich amaba dos cosas en esta vida por encima de todo: las mujeres y el cine. Sin embargo, sólo en una de sus película combina ambas obsesiones a la perfección, es en They All Laughed (Todos rieron fue su título en España). Esta cinta, su rodaje, la tragedia que ocurrió tras acabarlo y la posterior lucha para levantar su distribución forman, probablemente, una de las historias más tristes (y absolutamente bellas) del cine.

Había que contarla. Bill Teck, un desconocido actor con alguna que otra producción a sus espaldas, lo ha hecho en el precioso e imperfecto documental titulado One Day Since Yesterday: Peter Bogdanovich & the Lost American Film. Se presentó en Venecia y le llovieron varias críticas negativas. Es un filme muy artesanal, con fallos de sonido, con unos testimonios grabados de forma austera, una forma reiterativa de indagar en las imágenes y documentos del pasado, un final que da vueltas sobre sí mismo y una forma algo liviana de enfocarse en el resto de la carrera de Bogdanovich que probablemente no hubiera sido necesaria. 

Pero, a pesar de todo, es imposible no sentirse atrapado por esta preciosa historia de amor de final terrorífico entre una joven actriz y un consagrado director de cine.

¿Quién es Peter Bogdanovich?

Dorothy y Peter: La historia más triste de Hollywood

En un momento del documental, Quentin Tarantino (probablemente una de las figuras más relevantes a la hora de reivindicar Todos rieron) dice que Bogdanovich fue el primer cineasta en tener su propio lugar dentro del hall of fame de Hollywood. Ya después de él llegarían Scorsese, Spielberg, Coppola y los demás.

El intelectual de cine que durante su adolescencia y juventud se encerraba viendo una película tras otra escribió dos tomos enormes con entrevistas a los grandes directores del Hollywood clásico titulados El director es la estrella. La vida es maravillosa y el destino reservó a este joven listísimo, algo engreído y enamorado del amor esa misma posición en el altar de la industria que tanto ama.

Con La última película (1971) consiguió un rotundo éxito de crítica y de público; y es una de las mejores películas de la historia. Tras ella Bogdanovich se convirtió, efectivamente, en la estrella. Tanto es así que los tráilers de sus películas no eran un montaje sobre el argumento para atraer al público a las salas, si no un anuncio cuyo mensaje era: “¡Hey, Peter Bogdanovich va a estrenar película!”. La presencia de Peter en los tráilers estaba por delante de estrellas como Barbra Streisand, una auténtica locura.

Y así, amado y odiado a partes iguales, tras su relación con Cybill Shepherd retransmitida en su totalidad por la prensa rosa estadounidense, el director llegó al rodaje de Todos rieron con la intención de hacer un homenaje a Nueva York otorgándole la luz y el romanticismo que durante los 70 le habían quitado títulos como The Warriors, Fiebre del sábado noche o Malas calles.

¿Quién es Dorothy Stratten?

Dorothy y Peter: La historia más triste de Hollywood

Dorothy nació en los años sesenta y con 19 años se convirtió en playmate. Según cuentan quienes la conocieron era un ser de luz; aparte de su belleza era muy inteligente y también muy generosa. También era muy ambiciosa. Comenzó una relación con un manager que le prometió triunfar, como todos los managers, y de paso se casó con él.

Él era Paul Snider y le llevó a participar en películas como Galaxina o Todos rieron, de Peter Bogdanovich. A espaldas de su marido, cuyo comportamiento era abusivo y enfermizo, comenzó un romance con Peter. Dorothy iba a ser una estrella, acababa de ser nombrada playmate del año y comenzaba una prometedora carrera en el cine. 

Sin embargo, el 14 de agosto de 1980 su marido la disparó con una escopeta cuando se enteró de que iba a abandonarlo por Peter Bogdanovich. Tras el asesinato se suicidó.

Peter ya había acabado el rodaje de Todos rieron cuando ocurrió la desgracia. Ahora tocaba montar la película en mitad de una abrumadora depresión con un equipo en shock por la noticia, una familia echa polvo y unos brutos donde ella, Dorothy, brillaba por encima de los demás.

'Todos rieron' es la historia de amor de Peter y Dorothy

Dorothy y Peter: La historia más triste de Hollywood

Todos rieron es una película sobre dos maridos que sospechan de sus mujeres y contratan a dos detectives neoyorquinos para que las sigan. La cosa se complica cuando estos detectives se enamoran de las mujeres a las que siguen. Una comedia romántica de enredos y desencuentros amorosos en un Nueva York lleno de luz.

Uno de estos detectives es Charles, interpretado por John Ritter, que va vestido de traje y lleva unas gafas bastante grandes, o sea, que va vestido de Peter Bogdanovich. La mujer supuestamente infiel a la que sigue es Dolores Martin, interpretada por Dorothy que a su vez está comenzando una relación con Peter a espaldas de su marido. Nada es casualidad, claro.

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Como tampoco lo es que, aparte de Audrey Hepburn, en el filme trabajen otras amantes de Bogdanovich e incluso sus verdaderas hijas, que interpretan a las hijas de Ben Gazzara, cuyo personaje, John, es el que se enamora de la otra mujer, la interpretada por Hepburn.

“Pobre papá”, dice una de las hijas de Bogdanovich en el documental. Cuando Dorothy murió había que sacarle a rastras de la cama. Sus seres queridos temían que la depresión le matara. Pero lo peor llegaba cuando tenía que asumir horas y horas de montaje de una película donde la presencia de Dorothy era abrumadora.

De ahí, claro, salió un obra maestra, una cinta enamorada del amor llena de un particular brillo que no era otra cosa que el encantamiento de Bogdanovich por su último amor. “Cuando los espectadores ven Todos rieron se olvidan durante la película que Dorothy está muerta, como si no hubiera pasado. Al terminar, cuando sale su nombre en los créditos, vuelves a ser consciente de que ya no está con nosotros y la sala de cine se llena de repente de una triste sensación de pérdida”.

Así explica Tarantino la magia de esta película, cuya vida comercial estaba olvidada hasta que él la colocó entre sus diez películas favoritas de toda la historia.

Después del duelo, la batalla con la industria

Dorothy y Peter: La historia más triste de Hollywood

Tras su estreno en Venecia la película tuvo pruebas con público algo tibias y Fox decidió archivarla. Para Peter esta no era una opción, Todos rieron no solo era una película, era el último legado de Dorothy así que decidió hipotecar su casa para distribuirla él mismo.

Le costó 5 millones de dólares y creó Moon Pictures antes de que comenzaran a proliferar las distribuidoras independientes o la autodistribución. Y a pesar de que hubo muchísimas críticas entusiastas no pudo mantenerla en cartelera lo suficiente para no arruinarse. La película cayó en el olvido y sin embargo el resto de la filmografía de Peter ha sido una constante vuelta a Todos rieron y, sobre todo a Dorothy. 

Comenzando con Máscara, un clásico de los ochenta protagonizado por Cher donde un la madre de chico con una grave enfermedad que le ha provocado la deformación del cráneo dándole un aspecto monstruoso lucha para que este tenga las mismas oportunidades que cualquier persona.

Peter Bogdanovich cuenta en el documental cómo, mientras ambos pasaban su amor por Los Ángeles, Dorothy compró el libro y se obsesionó con la historia real de este chico. Peter reflexiona cómo las personas de belleza extrema se pueden llegar a sentir igual de alejadas del mundo que las personas con fealdad igualmente extrema. 

Máscara es una película triste y melancólica empapada de un espíritu romántico y rebelde. Y desde Máscara hasta su última gran comedia, Lío en Broadway, una película del estilo de Woody Allen pero bastante mejor que , al menos, sus últimas obras y que podría ser, perfectamente, la continuación inmediata de Todos rieron. Es sencilla, encantadora y divertidísima.

Y así, con un tono positivo y lleno de luz termina este documental sobre la que posiblemente sea una de las historias detrás de las cámaras más abrumadoras de Hollywood. Y sí, probablemente se echa en falta más material sobre, por ejemplo, la relación que tras la tragedia comenzaron la hermana pequeña de Stratten, Louise con el director, y que duró 13 años.

Pero eso no es lo importante, lo importante es que era necesario reivindicar la reedición de Todos rieron. La gente necesita ver esta comedia. Que alguna plataforma (Filmin óyenos) luche para tenerla entre su catálogo ya mismo.

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