Distopías por el mundo: En busca del peor futuro posible

Te servimos de guías turísticos por algunas distopías cinematográficas en las que no te gustaría vivir.
Distopías por el mundo: En busca del peor futuro posible
Distopías por el mundo: En busca del peor futuro posible
Distopías por el mundo: En busca del peor futuro posible

Vives tranquilamente tu vida, con tu rutina, tu casa, tu trabajo… Pero un día te levantas por la mañana y de repente ya nadie puede tener hijos, o el planeta Tierra se ha ido al garete por no sé qué de un agujero en la capa de ozono, o la gente se ha convertido en zombie o a tu Gobierno le ha dado por quemar todos los clásicos de la literatura en una hoguera. Efectivamente, cualquier día te levantas y estás en el futuro, en el peor de todos, en una distopía parecida a cualquiera de las que nos ha mostrado el cine. Y las distopías no solo ocurren en EE UU, como las visitas extraterrestres o las guerras entre superhéroes. Un futuro desolador puede llegar en cualquier momento y en cualquier lugar. En España, por ejemplo.

Al final la anarquía no molaba tanto

Al menos eso es lo que nos quiere decir Maurice G. Dantec con su novela y Mathie Kassovitz con la adaptación de la misma titulada Babylon. Vin Diesel protagoniza este thriller en el que su misión es escoltar a una joven con el rostro de Michelle Yeoh de Rusia a Nueva York.

Origen de la distopía: La película es francesa pero está ambientada en un paisaje que abarca el mundo entero.

¿Cómo ocurrió? Todas las instituciones internacionales desaparecen y el mundo comienza un nueva era en un estado de anarquía total.

¿Te gustaría vivir en ella? No, al menos que seas un mercenario acostumbrado a trapichear, desvalijar y matar si fuera necesario.

La adolescencia está perdida

Si no sabes controlarlos, que se maten entre ellos. Esta es la solución que se le ocurre al gobierno japonés cuando la violencia se descontrola en los colegios. Battle Royale es una especie de juego de supervivencia en el que una clase escogida al azar se enfrenta en una batalla a muerte en una isla abandonada.

Origen de la distopía: Japón. Allí siempre ha habido muchos juegos y programas de televisión rarísimos, pero desde luego Battle Royale se lleva la palma.

¿Cómo ocurrió? A comienzos del nuevo milenio Japón está al borde del colapso asumiendo una crisis brutal en la que millones de personas se quedan sin empleo (¿os suena?). La juventud está descontrolada y organizan boicots masivos (¿os sigue sonando?). Total, que lo resuelven con mano dura.

¿Te gustaría vivir en ella? Si has superado la adolescencia y si aún no tienes hijos. De lo contrario lo mejor es que emigres.

Carretera y Mad Max

George Miller dirigió en 1979 una película de culto llamada Mad Max. Salvajes de autopista. En ella relataba cómo un policía se las veía con con unos moteros salvajes que iban por ahí sembrando el pánico. El mundo no pasaba por su mejor momento, sin embargo Miller terminó de construir su distopía en la segunda parte. Mad Max seguía siendo el mismo, Mel Gibson, y ese futuro postapocalíptico era un enorme yermo desértico en el que el héroe de pocas palabras tenía que enfrentarse a un montón de villanos punk motorizados.

Origen de la distopía: No se sabe a ciencia cierta donde empezó todo, pero está claro que en Australia se libraron las peores batallas.

¿Cómo ocurrió? Una guerra nuclear dejó todo manga por hombro. Ya no quedan ciudades ni gasolineras así que el oro negro es el bien más preciado.

¿Te gustaría vivir en ella? Si tienes carnet de conducir, sabes utilizar un boomerang y siempre te han gustado las zonas soleadas, este es tu distopía.

Robots buenos, robots malos

¿Cuántas veces has imaginado un futuro con robots? Pero no como los que sacan siempre en los telediarios que apenas pueden andar, nos referimos a robots hechos a imagen y semejanza nuestra. Tan guapos y listos como nosotros. Philip K. Dick llevó esta ilusión a un lugar muy oscuro e inmoral con su novela ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? y Ridley Scott lo plasmó en la irrepetible (o quizá no) obra maestra titulada Blade Runner. Harrison Ford persigue a máquinas perfectas en busca de la inmortalidad y de paso se enamora de una de ellas.

Origen de la distopía: Los Ángeles en 2019 es una deshumanizada megalópolis que representa lo peor de todas las civilizaciones.

¿Cómo ocurrió? En el planeta Tierra ya no se puede vivir, la lluvia no parece muy saludable y el sol brilla por su ausencia. Los humanos han salido por patas y sólo la peor calaña se ha quedado en casa. Harrison Ford entre ellos.

¿Te gustaría vivir en ella? Si te gusta la comida china, los neones y los grandes carteles publicitarios puede que te sientas a gusto. Eso sí, no hables con cualquiera y lleva siempre un paragüas.

Solteros contra casados

Estar soltero a cierta edad hoy en día quizá esté mal visto por algún segmento de la sociedad, pero ni de lejos puede compararse con lo que ocurre en el mundo que se inventa Yorgos Lanthimos en su último filme,  Langosta. En esta película protagonizada por Colin Farrell y Rachel Weisz el director griego reflexiona sobre el amor y las relaciones con una metáfora extrema.

Origen de la distopía: Podría ser Grecia, o cualquier parte de Europa o incluso EE UU. En todo caso, estamos en occidente.

¿Cómo ocurrió? No se explica muy bien pero algo debe de tener el gobierno contra los solteros si decide arrestarlos y enviarlos a una especie de cárcel residencial para que encuentren pareja. Si no lo consiguen en 45 días les convierten en un animal. El que ellos quieran, eso sí.

¿Te gustaría vivir en ella? Si no tienes problemas para encontrar pareja este futuro no tiene misterio para ti. Eso sí, si no te gusta comprometerte vete eligiendo animal.

Racismo galáctico

Nuestro primer contacto con los extraterrestres lo ha imaginado el cine de muchas formas, como una guerra hostil o como una alianza fraternal. El director Neil Blomkamp le dio la vuelta al tópico y con Distrito 9  dibujó una terrible sátira sobre el racismo en la que los extraterrestres son la especie perjudicada y los humanos los monstruos que la doblegan.

Origen de la distopía: Los extraterrestres entran en contacto con la Tierra y 20 años después una nave espacial llega a Johannesburgo en Sudáfrica.

¿Cómo ocurrió? Tras el primer contacto los humanos esperan un ataque por parte de los alienígenas, este miedo provoca que a su llegada les encierren en campos de concentración. Todas las similitudes que puedas ver con el apartheid no son casualidad.

¿Te gustaría vivir en ella? Si eres humano y no tienes ningún tipo de empatía con las especies extraterrestres esta distopía no es para tanto…

La industrialización del hombre

Uno de los hitos del expresionismo alemán es Metrópoils, una de las obras cumbres del cine mudo en la que por primera vez se representaba una megalópolis gigante. Fritz Lang regaló al mundo una visión apocalíptica del futuro que aún hoy sigue influenciando al género de la ciencia ficción y futurista.

Origen de la distopía: Alemania (porque la película es alemana) o cualquier otra capital europea en la época de la revolución industrial.

¿Cómo ocurrió? En la era de las fábricas y la explotación de la clase obrera Lang imaginó un futuro en el que esa diferencia originara una división brutal entre las dos clases predominantes. Los ricos vivián en jardines y espacios gigantescos y los pobres afinados en colmenas y guetos subterráneos.

¿Te gustaría vivir en ella? Si eres rico.

Esos locos bajitos

Un mundo sin niños sería mucho más tranquilo, menos ruidoso, más apacible. Y también significaría nuestra extinción como especie. Esto es lo que se planteó Alfonso Cuarón en su adaptación de la novela de P.D. James. Hijos de los hombres está protagonizada por Clive Owen, Julianne Moore y Michael Caine, y aparte de ser un thriller de intriga con un ritmo endiablado estamos ante uno de los títulos de ciencia-ficción más estimulantes de los últimos años.

Origen de la distopía: Un director mexicano y una coproducción de Reino Unido, Japón y EE UU para contar que un día los seres humanos pierden su capacidad de procrear. Así, de la noche a la mañana.

¿Cómo ocurrió? Cuando el mundo se queda sin niños la especie está al borde de la extinción, la persona más joven del planeta acaba de morir con 18 años y entre todo el caos un tipo de Londres debe proteger a la persona más valiosa de la tierra… una mujer embarazada.

¿Te gustaría vivir en ella? Si no te gustan los niños y eres tan egoísta que el futuro de tu especie te da exactamente lo mismo este distopía ni siquiera te parecerá una distopía.

El tuerto es el rey

¿Y si una gran parte de los ciudadanos se quedaran ciegos de repente tras una misteriosa epidemia? ¿Cómo asumiría la sociedad este golpe? José Saramago se lo planteaba en su novela Ensayo sobre la ceguera y Fernando Meirelles lo adapta en una película titulada A ciegas protagonizada por Julianne Moore y Mark Ruffalo.

Origen de la distopía: Brasil. La mitad de la población se queda ciega de repente y el gobierno decide aislarlos del resto. Una mujer se hace pasar por ciega para poder acompañar a su marido.

¿Cómo ocurrió? No hay una explicación biológica, simplemente pasa. El problema es… ¿cómo lo afrontan los afectados? ¿Qué futuro les espera?

¿Te gustaría vivir en ella? Si, por supuesto, no te afecta la ceguera. Si te afecta más vale que vayas desarrollando tus otros sentidos.

Los niños rebeldes para el Gobierno

Criar a un hijo ya es difícil, pero si encima es un rebelde sin causa puede resultar sencillamente indomable. ¿Y si el Gobierno tuviera la solución perfecta para este problema? Xavier Dolan, el nuevo enfant terrible de Canadá (y del mundo) explora la relación madre e hijo a través de un drama honesto y muy doloroso titulado Mommy.

Origen de la distopía: En un futuro cercano el gobierno de Canadá decide echar una mano a los padres con hijos problemáticos. Y se aprueba una ley en la las familias pueden internarlos en un centro especial.

¿Cómo ocurrió? Dolan no explica el origen de la ley pero sí analiza la encrucijada moral que supone para los ciudadanos tomar una decisión en los casos más extremos.

¿Te gustaría vivir en ella? Habría menos delincuencia juvenil, eso es cierto, pero la medida es tan cruel que nadie en su sano juicio podría apoyar a un gobierno que la sostuviera.

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