Algo más de un año después de haberse asociado en exclusiva con Netflix, Disney está dispuesta a volar en solitario en el mercado del vídeo bajo demanda. El estudio propietario de Marvel, Pixar y la franquicia Star Wars anunció ayer su decisión de fundar su propia plataforma de VOD, que se reservaría en exclusiva la mayor parte de su catálogo y que empezaría a funcionar en 2019.
En lo que respecta a Netflix, la decisión de Disney no sólo le privaría de los filmes del estudio que oferta actualmente, sino también de futuros estrenos como el remake de El rey león, Toy Story 4 y Frozen 2. Por si eso fuera poco, la nueva plataforma de la casa del ratón sería competencia directa de su ex socia, puesto que aspira a producir películas y series originales.
El CEO de Disney, Bob Iger, señaló también que el destino de las películas Marvel y de las entregas de Star Wars aún no está decidido. Iger manifestó también que esta medida no afecta a las series coproducidas por Marvel y Netflix, con lo que shows como Jessica Jones, Daredevil y The Defenders seguirían produciéndose y distribuyéndose con su sello actual, al menos hasta 2019.
A resultas de la noticia, el valor de las acciones de Netflix ha caído un 4% (vía The Hollywood Reporter). Mientras tanto, los comentarios de las webs estadounidenses se llenan de quejas de usuarios que se ven forzados a suscribir un servicio tras otro (pagando sus cuotas completas) al estar interesados sólo en unas pocas piezas de sus catálogos.
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