Destrozando a Harry: 7 motivos para odiar el epílogo 'viejuno' del andén 9 y 3/4

Se acabó Harry Potter, el público la ha convertido arrolladoramente en la película más vista del fin de semana –aunque no ha superado a Torrente 4: Lethal Crisis ni Piratas del Caribe: En mareas misteriosas como mejor estreno del año– y ahora sólo queda ver si consigue batir alguno de los récords recaudadores de las anteriores entregas de la franquicia. Ayer, cuando muchos ya habíais visto la última entrega de la serie, os preguntamos desde el Facebook de CINEMANÍA que opinabais del epílogo de Harry Potter y las reliquias de la muerte. Parte 2. A la mayoría de los que habéis comentado parece haberos convencido, y argumentáis que es tal y como aparecía en el libro de J. K. Rowling. En la redacción no hay una única al respecto, pero tanto nuestro director Carlos Marañón (no olvidéis leer su crítica) como yo pensamos que hay algo que nos rechina y, de alguna manera, estropea un final que debería haber sido más sólido y definitivo. Los motivos, a continuación.

SPOILERS: Si aún no has visto la película y no quieres conocer el final, es mejor que no sigas leyendo.

1. PARECE UN CELEBRITIES:

El maquillaje para avejentar "diecinueve años" a Daniel Radcliffe, Emma Watson, Rupert Grint y compañía no está nada conseguido. De hecho, se parece a los que Joaquín Reyes lucía en los famosos Testimonios/Celebrities de La Hora Chanante/Muchachada Nui. La idea de utilizar a los mismos actores para encarnar sus versiones adultas en el andén 9 y 3/4 no era mala en sí misma. En El curioso caso de Benjamin Button, por poner un ejemplo próximo, se consiguió que Brad Pitt resultase creíble en las diferentes edades del personaje recurriendo a los efectos digitales. Vamos, que hay manera de hacerlo bien para que tus personajes no parezcan viejecitos de obrilla de teatro hecho por aficionados.

2. ATENAZADOS POR LA FIDELIDAD:

"Es clavado al libro y por tanto me ha gustado", comenta una lectora. ¿Y si el director David Yates se hubiera sentido obligado a sacarlo simplemente por no traicionar el texto original de Rowling? Esa necesidad de adaptar palabra por palabra lo que aparece en los libros no le hace ningún favor a las películas. Puestos a elegir, dejar claro que Ginny Weasley (Bonnie Wright) y Harry se han casado y tienen hijos parece menos importante que mostrar a Harry, Ron y Hermione en Hogwarts tras la batalla final, ¿no? Además, ¿de verdad los fans de la serie no se merecían alguna aportación nueva respecto al final de las novelas?

3. ADULTOS PARA INTERPRETAR A ADULTOS:

Durante el rodaje se valoró la posibilidad de contratar a actores de la edad de Harry, Ron, Hermione, Ginny y Draco que les dieran vida transcurridas casi dos décadas. Entre bromas, Emma Watson incluso llegó a contar CINEMANÍA que le habría gustado que la elegida para su papel fuera Julia Roberts. ¿No habría sido un guiño maravilloso ver a otros actores dando vida a unos personajes que hemos conocido sólo como niños, adolescentes y jóvenes?

4. LA BARRIGA FALSA DE RON WEASLEY:

Uno de esos detalles que puede sacarte de un momento que debería ser emotivo: ver a Ruppert Grint con un almohadón debajo de la camisa paseándose por la estación de King´s Cross es serio aspirante al momento más anticlimáx del 2011.

5. POTTER… ¿MORE?:

No es por ser mal pensados, pero ¿y si este epílogo fuera un seguro de vida para J. K. Rowling? Algo así como una puerta que dejar abierta –¿nadie más se imagina "Las aventuras de Albus Severus Potter, vástago de Harry, y sus primitos Weasley-Granger"?– en caso de que surja la necesidad de seguir explotando una gallina a la que nos habían convencido que iban a dejar tranquila. El reciente lanzamiento por parte de la autora de la web PotterMore.com –literalmente "más Potter"–, una web de la que por ahora poco se sabe, ha renovado los rumores de posibles secuelas y spin-offs de la saga. Todo el componente romántico que tenía el hecho de asistir a un final anunciado durante una década se va al traste cuando el tren parte con una nueva promoción hacía Hogwarts.

6. EL CRUCE DE MIRADAS ENTRE HARRY Y DRACO:

En el libro Harry Potter y las reliquias de la muerte, el encuentro entre Draco Malfoy y Harry en el andén 9 y 3/4 tenía algo de enjundía. Sin intercambiar palabra entre ellos, Rowling retrataba el estado de su relación: respeto pero no amistad, paz sin renunciar al orgullo. En la película no hay nada de eso, simplemente la visión de un Thomas Felton sufriendo la enésima pesadilla capilar por las que ha pasado su personaje.

7. ¿QUIÉN SE CREE QUE DANIEL RADCLIFFE SEA PADRE DE FAMILIA?:

No soy de los que opina que Radcliffe es un mal actor, de hecho en mis primeras impresiones de esta última película dije que brillaba en una escena muy complicada. Sin embargo, creo que tiene sus limitaciones. Algunas de ellas quedan al descubierto cuando trata de tranquilizar antes de subir al tren con dirección a Hogwarts a su hijo Albus Severus. Por mucho que cambie la voz y muestre arruga falsa, Radcliffe sigue teniendo apariencia de niño. Quieren que nos le creamos como padre responsable, atando los cordones a su crío… y aún dudamos de sí es capaz de atarse los de sus propios zapatos.