Deckard en Rusia: la secuela de 'Blade Runner' que Ridley Scott no pudo rodar

En lo que a secuelas se refiere, hay que admitir que Blade Runner ha sido bastante tardona: 35 años, nada menos, ha tardado nuestra segunda visita al mundo replicante con Blade Runner 2049. Sin embargo, según acaba de revelar el guionista Hampton Fancher, hubo una lejana posibilidad de que Harrison Ford volviera a coger la gabardina y la pistola de cazador de clones. Hablamos de una segunda parte que se hubiera rodado a mediados de los 80 y que hubiera sacado partido de algo muy presente por entonces: la Guerra Fría. Pero Ridley Scott no pudo, o no quiso, ponerse manos a la obra.

"Un año después de rodar la primera [Blade Runner], empezamos a hablar de una segunda parte", ha confesado Fancher en una entrevista durante la Comic-Con 2017 (vía Collider). "Ridley me llamó, yo estaba en Nueva York y fui a Los Ángeles para discutir la historia con él", prosigue. Y, más adelante, da una idea de cómo hubiera sido esa secuela.

"Supongo que a base de leer los periódicos, pensé que Deckard estaba en apuros, en ninguna parte, y le asignaban un trabajo como Blade Runner en Moscú. Y todo era ruso, con frío y con nieve, en plan John le Carré, ¿sabes?". En ese momento, indica Fancher, esta premisa le parecía estupenda: "Recuerdo que le dije a Ridley: '¡Harrison en Moscú!' Eso está bien, ¿no? Pero él se encogió de hombros, y no salió nada de allí".

Fancher, que también firma el guión de Blade Runner 2049, señala además que hubo "problemas legales" cuando se planteó rodar una secuela. Aun así, entendemos que el filme no llegase a ver la luz. Por una parte, el final (postizo) del metraje estrenado en cines dejaba claro que Deckard no iba a ponerse de nuevo a cazar replicantes, estando liado con una de ellos. Por otra, el rodaje de la primera Blade Runner había sido un infierno para todos los implicados, especialmente para unos Scott, Ford y Sean Young que se odiaban a muerte entre ellos. En espera de ver cómo se desenvuelve Denis Villeneuve con la nueva entrega, lo mismo esperar estas tres décadas y media no ha sido tan mala idea.