Como Michael Bay está empeñado en demostrar, las pasarelas de moda o el catálogo de Victoria's Secret pueden ser buenos lugares donde encontrar a las actrices del próximo blockbuster de turno. En algunas ocasiones, las incursiones cinematográficas de ciertas top models son flor de un día, una vez que quedan demostradas sus dotes dramáticas (recuerda a Cindy Crawford en Caza legal), pero, en otros casos, puede suponer el inicio de una prolífica carrera en el cine, como sucede con Milla Jovovich o, más o menos, Rebecca Romjin. Es posible que Rachael Taylor (Transformers, La hora más oscura), Jaime King (Sin City, San Valentín sangriento) u Olga Kurylenko (Quantum of Solace, Centurión) sigan el mismo camino, al que Brooklyn Decker podría unirse, tras Sígueme el rollo y Battleship. Pero en este especial repasaremos 10 de las mejores apariciones puntuales de supermodelos en el cine, ya sea como cameos auto-paródicos o interpretando personajes claramente orientados a entrar al espectador por los ojos.
Sasha Pivovarova en In Time
Por si no hubiera suficiente con Amanda Seyfried a lo Anna Karina corretenado en este thriller de ciencia-ficción, la modelo rusa que tiene ganado el panteón de Prada hace una breve aparición cual mujer de 130 años que, por supuesto, mantiene el esbelto físico de Pivovarova.
Kate Upton en Los tres chiflados
La película de los hermanos Farrelly basada en el trío cómico Los tres chiflados todavía no ha llegado a España, pero, conscientes de que la presencia de la nueva gran estrella de Sports Illustrated y uno de los nombres más googleados del momento es un importante valor en la promoción del filme, la jovencísima modelo de 19 años ya aparece en el tráiler como la hermana Bernice y su, ehem, curioso hábito de piscina.
Gisele Bündchen en Taxi: Derrape total
La brasileña está considerada como la modelo mejor pagada del mundo, se le estima una fortuna de más de 570 millones de dólares. Admirada por Claudia Schiffer y Naomi Campbell, después de 20 años desfilando, la fuerza de Bündchen sobre la pasarela está fuera de toda duda. Las dotes interpretativas ya son otro tema, como pudimos comprobar al verla más perdida que un pez fuera del agua en Taxi: Derrape total o El diablo viste de Prada.
Daria Strokous en Contagio
No todo van a ser apariciones glamourosas. La supermodelo rusa, que debutó en las pasarelas con Prada y ha servido de imagen a Louis Vuitton, Alberta Ferretti, Juicy Couture o H&M, entre otros, hizo una breve intervención en el thriller pandémico Contagio a las órdenes de Steven Soderbergh y entre lo más granado de Hollywood. Ella era una modelo ucraniana atrapada en Londres en mitad de una mortal epidemia vírica dispuesta a cargarse a medio reparto.
Laetitia Casta en Gainsbourg (Vida de un héroe)
La presencia de la modelo francesa no es nada rara en la gran pantalla desde que debutara en Astérix y Obélix contra César, pero, por más que nos cautive su presencia en Les âmes fortes o Rue des plaisirs, el acierto de Joann Sfar al ficharla para interpretar a Brigitte Bardot en su estupendo biopic de Serge Gainsbourg parece más digno de aplauso que los números musicales de Visage, de Tsai Ming-liang.
Tyra Banks en El bar Coyote
Banks ya tenía una importante experiencia televisiva en concursos, series como El príncipe de Bel-Air o videoclips, pero nunca podremos olvidar su antipática y vacía presencia en este romance de barra de bar concebido para hacer de Piper Perabo una estrella y que, al final, a lo único que debió beneficiar fue a las ventas discográficas de LeAnn Rimes.
Claudia Schiffer en The Blackout
En el caso de la que quizás sea una de las modelos alemanas más famosas de todos los tiempos podríamos haber elegido su cameo autoparódico en Niño rico, o quizás lo adorable que estaba con gorro en Love Actually, pero teniendo este peliculón sucio, pegajoso y perverso como mandan los cánones de Abel Ferrara, cómo resistirse a su demente revisión de Vértigo bien cargada de drogas y sordidez.
Shalom Harlow en In & Out
La comedia noventera de Frank Oz con Kevin Kline marcó el debut en el cine de esta alta modelo canadiense, que después se ha dejado ver por Vanilla Sky, Melinda y Melinda o Alvin y las ardillas, lo cual nos lleva a pensar que quizás aplica un mayor criterio a la hora de escoger firmas para las que trabajar (Chloé, Tiffany) que proyectos cinematográficos en los que aparecer.
Gemma Ward en Piratas del Caribe. En mareas misteriosas
El gran momento en el cine de Ward fue la producción australiana The Black Balloon, pero no podíamos pasar por alto su malvada sirena Tamara en la última (¿y peor?) entrega de la saga Piratas del Caribe. También se lo hizo pasar mal a Liv Tyler detrás de una máscara como una de los asesinos de Los extraños y ha conseguido un pequeño papel en la nueva adaptación de El gran Gatsby a cargo de su compatriota Baz Luhrmann.
Clémence Poésy en la saga Harry Potter
A medio camino entre modelo y actriz, la francesa entró en la franquicia potteriana como la bruja Fleur Delacour en Harry Potter y el Cáliz de Fuego y las dos entregas finales de la saga. Como percha fashionista, ha trabajado para Gap, Chloé y G-Star Raw.
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