¿De dónde ha salido 'Detective Pikachu', y por qué va a arrasar en taquilla?

En el nuevo adelanto de Detective Pikachu, el Pokémon protagonista aparece dándole un masaje a Psyduck, mientras en la radio del coche suena So Happy Together y descubrimos que escuchar hits sesenteros evita que al pato le sobrevengan uno de sus terribles dolores de cabeza. La única reacción posible del espectador ante todo esto, aparte de reír a carcajadas, debería ser preguntarse cómo ha llegado aquí. Por qué de repente lo más normal del mundo es que exista una película llamada Detective Pikachu, y tenga escenas como esta.

Lo cierto es que no siempre fuimos tan entusiastas ante la inminencia de este film. Cuando el proyecto se anunció en verano de 2016, de hecho, lo más habitual eran la incredulidad y el "ya no saben qué inventar". ¿Detective Pikachu, en serio? ¿Doblado por Ryan Reynolds? ¿Dirigida por el mismo tipo de El espantatiburones? Una locura simpática, pero de ningún modo iba a acabar pasando, ¿verdad? Y entonces llegó el primer tráiler.

MÁS ALLÁ DE ASH KETCHUM

La película de Rob Letterman tardó en ser tomada en serio por los fans, pero antes de que éstos cayeran rendidos ante el aspecto deliciosamente peluchito de estos Pokémon digitales, los ejecutivos de The Pokémon Company ya sabían que tenían algo muy grande entre manos.

La idea de realizar una película centrada en la multimillonaria franquicia de los Pokémon no era nueva, pero sí la de destinar todos los esfuerzos a que el film resultante tuviera la ambición y el acabado necesarios para estrenarse por todo lo alto en cines. Sobre todo, porque desde la muy discreta Pokémon 3: El poder de los Unown, ningún largometraje de este universo había llegado a la gran pantalla fuera de Japón, y la sensación era la de estar malgastando una oportunidad.

La decisión de prescindir de Ash Ketchum (protagonista del eterno anime y de los largometrajes animados) no se hizo esperar, como tampoco la idea de recurrir a tecnología digital y a actores reales que renovaran radicalmente la estética de Pokémon. Pero faltaba algo. Un enfoque distinto a la narrativa habitual de entrenador recorriendo el mundo y ganando medallas.

El éxito fulminante de Pokémon GO en el verano de 2016 ayudó muchísimo a acelerar trámites, y los ejecutivos de Nintendo y Legendary Pictures descubrieron que tenían el mejor planteamiento posible al alcance de la mano, gracias a un videojuego que había sido comercializado en Japón el 3 de febrero de ese mismo año. Su título era Meitantei Pikachū: Shin Konbi Tanjō o, lo que es lo mismo, Great Detective Pikachu: Birth of a New Duo.

SI NO ME TOMO UN CAFÉ NO SOY POKÉMON

El juego fue desarrollado para Nintendo 3DS por Creatures Inc., filial de The Pokémon Company encargada tanto de diversos spin-offs de la marca como de títulos más grandes entre los que se cuentan Pokémon X e Y. Ya de entrada el concepto tenía su miga, pues no sólo prescindía de la mecánica de rol habitual en estos productos, sino que proponía una historia bastante ambiciosa.

Great Detective Pikachu era una aventura gráfica en la que el jugador controlaba a Tim Goodman, un joven que entraba en contacto con un Pikachu al que era capaz de entender y que afirmaba haber conocido a su padre, un famoso detective desaparecido recientemente.

Con la ayuda de este Pokémon (arrogante, de voz cazallera y adicto al café) Tim iba resolviendo una serie de misterios que le conducían no sólo al paradero de su progenitor, sino a una compleja trama donde a los Pokémon de su ciudad se les suministraba una droga llamada R que los convertía en animales agresivos y descerebrados. Curiosamente, de modo muy parecido a lo visto en Zootrópolis, estrenada ese mismo año.

El éxito de Detective Pikachu no residía tanto en su calidad jugable como en el humor tan fino que cultivaba, concentrado sobre todo en la formidable creación del aliado del protagonista. Y por ello, al poco de su lanzamiento en Japón, acabó empujando a los pokemaníacos de Occidente no sólo a desear que el juego llegara rápido a su país, sino que además Danny DeVito fuera quien doblara a Pikachu en la versión inglesa.

Aunque esta petición llegó a obtener 40.000 firmas, a DeVito no le sedujo la idea, y el lanzamiento internacional de Detective Pikachu se retrasó hasta el 23 de marzo de 2018. Como ya para entonces se había confirmado la producción de un film basado en él, se dio la peculiar coyuntura de que hubo muchos que lo primero que supieron del fenómeno fue a raíz de la película, para luego hacerse con el juego y empezar a entender que no era una idea tan descabellada.

BIENVENIDOS A RYME CITY

Desde entonces, y ayudada de un primer avance que sacudió Internet de un modo en el que aún no se ha recuperado, la promoción desplegada por Warner Bros. Pictures ha sido modélica. Tanto por la inteligencia de sus avances (en los que es probable que Ryan Reynolds, tras la experiencia Deadpool, haya tenido mucho que decir) como por la fidelidad que parece guardarle al encantador juego de 3DS.

Es cierto que la ambientación del film de Letterman, lleno de oscuridad y neones, parece vincularse más con el cine noir (y, por tanto, con ese ¿Quién engañó a Roger Rabbit? frente al que las comparaciones se antojan inevitables) que con el espacio colorista y más canónicamente Pokémon del juego. Sin embargo, la existencia de unos Aipom diabólicos, así como la espectacular aparición de un Mewtwo muy probablemente clave en la trama, atestiguan que Detective Pikachu nunca ha perdido de vista su referente más inmediato.

Quizá ese haya sido uno de los secretos del que promete ser el gran éxito de este mes, con una previsión de 75 millones recaudados solo en el fin de semana del estreno, y unas críticas que ya han alabado el inmenso corazón que late tras la propuesta. Y, como no podía ser de otro modo, ya se está hablando de una secuela, de forma que escenas como la de Pikachu masajeándole las patas a Psyduck se puedan convertir, a partir de este 10 de mayo, en algo parecido a una constante. Tiempos gloriosos en los que estar vivo.