Danny DeVito: "Plataformas como Vimeo han democratizado la industria audiovisual"

"¡Madrid es maravillosa! ¡Pero avisadme cuando encontréis el tesoro!" decía Danny DeVito allá por 2001 en referencia a las muchas obras con las que se topó en sus paseos por la capital española. Y, sin embargo, ha sido en el Evolution! Mallorca International Film Festival, que se celebra estos días en Palma de Mallorca, donde ha recibido EL tesoro: el Evolution Honorary Award en reconocimiento a su carrera cinematográfica. Y no es para menos. Lo conocimos hace casi 40 años pegando voces en la serie Taxi, donde interpretaba al hilarante y cascarrabias encargado de una compañía de taxis de Nueva York. Sin embargo, ese joven de Nueva Jersey ya había hecho sus pinitos en la interpretación, aunque pocos recuerden al enloquecido Martini de Alguien voló sobre el nido del cuco.

Desde aquel Louie De Palma (Taxi) hasta el actual Frank Reynolds de Colgados en Filadelfia, DeVito ha dirigido y protagonizado películas como La guerra de los Rose, Matilda o Dúplex, y ha producido las exitosas Pulp Fiction y Erin Brockovich, entre otros filmes. Por no mencionar sus trabajos en teatro y televisión. Ahora, a punto de cumplir 72 años, el intérprete sigue tan en forma como siempre. El que fuera el pingüino de Batman vuelve, el hermano de Schwarzenegger en Los gemelos golpean dos veces y el stripper de Phoebe en Friends, ha aprovechado su visita al festival balear para presentar un cortometraje dirigido y protagonizado por él mismo, Curmudgeons, una tierna y divertida historia de amor entre dos viejitos algo gruñones. Cinemanía ha podido hablar con DeVito sobre el galardón que ha recibido, cómo ha sido ponerse a las órdenes de sus hijos en su último trabajo y su larga trayectoria profesional.

Para alguien que ha ganado un Emmy y un Globo de Oro, y tiene una estrella en el Paseo de la Fama, ¿qué significa recibir el Evolution Honorary Award a una carrera?

Es genial haber podido volver a la maravillosa Mallorca 25 años después de mi última visita. Es un honor haber recibido este galardón y además poder presentar aquí Curmudgeons, un corto sobre cómo la gente debe poder ser libre de encontrar el amor y la felicidad, sin imposiciones. Además, este es un festival muy singular, nosotros lo llamaríamos “easy” (sencillo), donde se nota que a la gente le gusta el cine. Ver películas aquí es una experiencia muy familiar.

Este corto también ha sido un proyecto muy familiar.

Totalmente. Mis hijos Lucy y Jake, que está aquí conmigo, producen el cortometraje, yo lo dirijo, y, por si eso fuera poco, Lucy y yo también actuamos en él. Hace dos años, fuimos a ver la obra de teatro en el Ensemble Studio Theatre de Nueva York y nos fascinó de tal manera que, nada más salir, Lucy dijo: “¡Hagamos una gran película!”. A partir de ahí, Jake se unió al proyecto, llamamos a mi amigo David Margulies [que salía en la obra teatral] y tuvimos la suerte de contar con la ayuda del escritor Joshua Conkel, que hizo una pieza muy conmovedora. Rodamos el corto en octubre del año pasado y fue una experiencia divertidísima, estábamos en familia.

Esa diversión de la que hablas se ve reflejada en el filme. ¿Sigue siendo la comedia tu idioma cinematográfico favorito?

Sin duda. A pesar de todo, en Curmudgeons es diferente y destaca por muchos otros aspectos. Por supuesto que hay humor, pero también hay sorprendentes giros, dulzura, compasión, felicidad... Es una película pegada a la actualidad, que pasa ahora. Y, aunque se trate de un corto, tiene elementos muy cinematográficos.

Antes comentabas que tus hijos producían el corto y tú lo dirigía. ¿Hubo muchas discusiones?

¡Que va! [ríe] Fue fantástico. Ya habíamos trabajado juntos en pequeños cortos de terror para Blood Factory. Es la misma relación que tienes con cualquier otro productor, que siempre está tratando de tener las escenas a tiempo, con el "¡Demonos prisa!" en la boca, mientras tú, como director, intentas conseguir otra secuencia más. Rodamos durante tres días y medio en una localización en Brooklyn, y estamos muy orgullos del resultado. Es increíble que ahora se pueda disfrutar en Vimeo estés donde estés, aunque verlo en pantalla grande, como en este festival, es una experiencia única. Como te decía, se trata de un corto muy cinematográfico.

Llevas años en la industria del cine, ya sea como actor, director o productor. ¿Qué ha supuesto para ti la incursión de estas nuevas plataformas como Vimeo?

Me parece que son unas herramientas geniales. Vimeo, YouTube, Netflix o Amazon permiten democratizar la industria audiovisual para que todo el mundo que lo desee pueda acceder a las películas. A los cineastas siempre nos persiguen diferentes motivaciones a la hora de rodar una película. La motivación artística es la principal, para que la gente disfrute de nuestro trabajo, pero también está la económica, porque debes hacer dinero, y luego la necesidad de que todo el mundo pueda ver nuestros proyectos.

Después de estrenar Curmudgeons en el Tribeca Film Festival en abril, buscábamos la manera de enseñar nuestra pieza a quien quisiera. Ahora, gracias a Internet, este corto llega a más personas, estén donde estén. Nuestro trabajo se puede disfrutar gratis en Vimeo y, por eso, lo está viendo mucha más gente de la que lo haría en otras circunstancias. En eso reside nuestro éxito.

Te preguntábamos antes sobre el galardón con el que el Festival Evolution! ha querido premiar tu trayectoria artística. Cuando miras atrás, ¿cómo valoras todo lo que has logrado?

Normalmente trabajo día a día, por lo que no suelo mirar atrás. A mi edad, me gusta pensar en lo siguiente que va a pasar. Ahora voy a hacer una obra de teatro, The Prince de Arthur Miller, que será mi debut en Broadway, y estoy muy emocionado. También estoy deseando seguir con Colgados en Filadelfia. El año que viene arranca la temporada 12, y se avecinan dos más. Y pronto estrenaré The Comedian, con Robert De Niro. Además, mi hijo Jake y yo estamos buscando nuevos proyectos constantemente. Así que prefiero pensar en lo que viene.

¿Y qué hay de la ansiada secuela de Los gemelos golpean dos veces?

Ahora estamos trabajando en el guión.

Otra de las películas que se proyectará estos días durante el festival es La Guerra de los Rose.

Sí, estoy muy contento porque es un proyecto especial para mí. Cuando encontré por casualidad el guión de Michael Leeson en su coche y lo ojeé, me encantó. La rodé en 1989 con mi amigo Michael Douglas y Kathleen Turner. Era la tercera vez que trabajaba con ellos, que volvíamos a hacer piña. Nunca te explican lo que significa hacer una película y las dificultades a las que cada uno (actor, director, productor, etc.) hace frente. Es un arte en colaboración en el que tratamos de respetarnos los unos a los otros. Y aprender, sobre todo aprender.

En tu caso, has podido aprender de directores como Milos Forman (Alguien voló sobre el nido del cuco, Man on The Moon) o Tim Burton (Batman vuelve, Mars Attacks!, Big Fish). ¿Cómo te han influido todos estos genios del séptimo arte?

Los artistas con los que trabajas, de los que aprendes y a los que admiras, siempre tienen un impacto en tu carrera, como Burton, Forman y otros muchos con los que he podido colaborar durante estos años lo han tenido en la mía. Después cada uno tiene su creatividad, la que nos hace individuos, pero esos compañeros me han ayudado ha crecer como actor, productor y director. Así que, vamos a seguir cerca de estos profesionales [ríe].

Y hablando de tus diferentes facetas artísticas, ¿te consideras más actor, productor o director?

Aunque todas ellas me producen diferentes satisfacciones, siempre seré un actor. Un actor que dirige y produce.