[Crónica TIFF 2011] Ya están aquí...

Tras informar sobre el ambiente previo al festival, y de Bono (U2) con un corderito debajo del brazo, comenzamos a hablar de películas propiamente dichas. Cuatro son las cintas vistas hasta ahora en Toronto que podrían estar en el Teatro Kodak en la próxima gala de los Oscar. A continuación, presentamos nuestros acuerdos y nuestros desacuerdos.

Director: Bennet Miller

Por qué sí: A Brad Pitt ya le toca rascar algo alguna vez, y la verdad es que en este filme se sale en buena parte, por su gran química con Jonah Hill.

Por qué no: Si los Óscar son un evento global, cuesta creer que vayan a apostar por un filme que se pasa dos horas y media largando sobre el béisbol y sus circunstancias. Si no lo consiguió Oliver Stone con Un domingo cualquiera (1999) y la serie Friday Night Lights ha pinchado en hueso en la Vieja Europa, un servidor se declara incompetente para seguir el filme más allá de la segunda base.

Director: George Clooney

Por qué sí: Otro al que Hollywood le debe mucho. Excelente, que no excelsa, película (para entendernos, no es El político, de Robert Rossen, 1948). Interpretaciones soberbias hasta del tipo de catering.

Por qué no: Con el jaleo que tienen ahora mismo montado en el congreso estadounidense, que ha estado a punto de llevar a la quiebra a la primera nación del mundo, parece poco probable que el cine quiera apostar por cargar más las tintas.

Director: Sean Durkin

Por qué sí: Gustó muchísimo en Sundance y opta a revelación indie con la candidatura de Elizabeth Olsen (como dice una amiga, la hermana actriz de las gemelas Olsen), a paleta oficial de América, trono que antes ocuparon Michelle Williams (Wendy and Lucy, Kelly Reichardt, 2008) o más recientemente, Jennifer Lawrence (Winter’s Bone, Debra Granik, 2010).

Por qué no: Pues porque el rollito ya está muy visto y si el milagro no llegó con Winter’s Bone, más sólida que está 'M elevada a la cuarta', no sé por qué habría de llegar ahora.

Director: Gus Van Sant

Por qué sí: A la Academia le encanta que hinquen la rodilla y se avengan a sus cánones los directores con la etiqueta de indómitos, y no cabe duda que Gus Van Sant, con dinero de Bryce Dallas Howard y su papá Ron supervisando el tema, está en esa situación.

Por qué no: Difícil repetir la jugada de El indomable Will Hunting. Ya sabemos que según Peter Biskind entonces eran otros tiempos, no existía la piratería digital ni el 3D y se buscaba un recambio que no se produjo. El pasado pesa, cada día más.

Aquí tenéis una instantánea de los inauguradores del festival. Vosotros decidís si Bono y The Edge (ojo a la chupa de Sons of Anarchy que se gasta el amigo), están cascadetes o no. El del centro es Davis Guggeheim, director de From the Sky Down, documental que celebra los 20 años de la grabación de Achtung Baby y marido de la guapísima Elisabeth Shue.

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