[Crónica San Sebastián 2013]: Sandwiches y tartas de queso

La mexicana 'Club Sandwich' destaca en la Sección Oficial, una comedia edípica y sabrosa. Por MANUEL PIÑÓN
[Crónica San Sebastián 2013]: Sandwiches y tartas de queso
[Crónica San Sebastián 2013]: Sandwiches y tartas de queso
[Crónica San Sebastián 2013]: Sandwiches y tartas de queso

¿De qué se habla hoy en San Sebastián? De casi nada, para qué vamos a dar una imagen de viveza y actividad que el festival no está teniendo. Por no comentarse ni siquiera se ha comentado demasiado la elección de 15 años y un día como candidata española a los Oscar. Será que estamos a mediados de semana, que la intensidad siempre baja estos días o que el calor humedo y bochornoso contagia a los visitantes, pero la cosa está muy tranquila, demasiado.

¿Qué has visto? Tres películas de la sección oficial, así de una tacada. La primera, Quay D´Orsay, una sátira política inspirada por el ministro Dominique de Villepine, basada en un popular cómic francés y dirigida por Bertrand Tavernier. Parece que la acumulación de estos factores la convierte de partida en una película indiscutible, inteligente, inspiradísima… Pues no, es una muestra más de que el "alto" humor galo no hay quien lo entienda a este lado de los Pirineos. Compararla con In the Loop es lo más socorrido, pero a mí me da por pensar en Moncloa, dígame, gags repetidos mil veces, actores fuera de sí y chistes pegados a los titulares. La segunda es The Railway Man, que, como todo el mundo sabe, en inglés quiere decir Un largo viaje. Cuenta la historia de un veterano británico de la 2ª Guerra Mundial (Colin Firth) que aún sufre las secuelas psicológicas de las torturas infligidas por oficiales del ejercito japonés. Sólo encuentra consuelo en su pasión por los trenes -todos hemos conocido a alguien que disfruta repasando líneas ferroviarias mentalmente- y, en un momento dado, en los brazos de una Nicole Kidman que ha recuperado la expresión. Ojalá le vuelva pronto el olfato para los buenos guiones. Y es que no, The Railway Man no es una combinación perfecta de Nacido el 4 de julio, El puente sobre el río Kwai y La muerte y la doncella, por mucho que exponga su fórmula bien a las claras. Eso no quita para que la pequeña historia de amor contenida en la película sea tierna y muy romántica. Y de casualidad, a punto de coger el tren de vuelta a Madrid, a primera hora de la mañana apareció Club Sandwich, una comedia mexicana que podría recordar por momentos a Cyrus, por aquello de compartir naturaleza edípica, pero que es tan especial y divertida por sí misma que las comparaciones sobran por completo. Una madre sola y su hijo preadolescente pasan unas vacaciones fuera de temporada en un hotel costero. Entre partidas de cartas, peticiones al servicio de habitaciones y complicidades varias, la película va pasando como esos veraneos ociosos. De repente el chaval conoce a una chica de su edad, siente un calorcillo entre las piernas y busca la manera de dar esquinazo a su madre para estar con esta nueva amiga. Viendo que su polluelo se aleja, ella despliega todo su arsenal para evitarlo. Contado pierde la gracia, hay que verlo. Ojalá no quede todo en anécdota festivalera. El cine mexicano sigue ofreciendo un cine eficaz, variado, divertido y barato. ¿Por qué no miramos más sus películas?

¿Qué te has perdido? Lamentablemente, Pensé que iba a haber fiesta, de Victoria Galardi, la directora argentina de esa joyita llamada Cerro Bayo que vieron cuatro felices gatos. Para su nueva película ha contado con Elena Anaya de protagonista, un motivo más para verla. Hice lo que pude, pero es que ha hecho llenazos en sus tres proyecciones en el festival.

¿Con quién has hablado? Nadie famoso, todo plumillas. Estaba por ahí Oliver Stone, dispuesto a dar alguna lección de historia de los EE UU, pero si empiezas a darle palique ya es lo único que haces en todo el día. ¡Huyamos!

¿Qué has comido? ¿Por dónde empiezo? Si hubiera que pagar por tener un guía gourmet como Miguel Larraya sé que con mi sueldo no podría permitírmelo. Afortunadamente, la amistad hace que los auténticos lujos -la conversación, las risas, los descubrimientos, etc.- salgan gratis. Una ensaladilla rusa consistente, sin racanerías con la mahonesa, de Casa Valles fue el comienzo; la tarta de queso de La Cepa el final. Lo de entre medias, a la imaginación. En efecto, hubo que echar siesta.

¿Qué esperas de la jornada de mañana? Me voy con la sensación de que las películas buenas llegan ahora que me voy. La nueva de Atom Egoyan, The Devil´s Knot; La herida, el esperado debut de Fernando Franco; y la oportunidad de ver Dallas Buyer´s Club, la que comentan es la mejor interpretación de Matthew McConaughey.

Conchómetro: Enemy sigue arriba, manejando bien su distancia respecto al resto de rivales. Club Sandwich es oficialmente la segunda mejor película que se ha visto por aquí, pero que nadie se extrañe si se va de vacío. La comedia desintelectualizada no tiene el prestigio del que gozan, por ejemplo, las películas políticas como Quay D´Orsay, que podría rascar algo.

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