[Crónica San Sebastián 2012]: Jornada de huelga y nubes grises

Y al sexto día, el Festival de San Sebastián paró. Una jornada de huelga general deja anestesiada una cita en la que ya no cabe esperar sorpresas. Por MANUEL PIÑÓN
[Crónica San Sebastián 2012]: Jornada de huelga y nubes grises
[Crónica San Sebastián 2012]: Jornada de huelga y nubes grises
[Crónica San Sebastián 2012]: Jornada de huelga y nubes grises

Ayer miércoles el festival llegó a su ecuador con una huelga que paralizó su actividad –apenas media docena de proyecciones– y una sensación de melancolía que un día después sigue apoderándose de la ciudad. Acompañan unos nubarrones grises y un viento frío que hacen difícil imaginar futuros días soleados.

Rhino Season llegó el miércoles precedida por una explicación-disculpa de casi un cuarto de hora por parte de su director, el iraní Bahman Ghobadi, muy preocupado con peregrinas cuestiones de sonido que ningún espectador normal apreciaría en la copia de la película que se proyectó. Que alguien hable de un trabajo propio como "un filme poético" ya previene de la alta consideración en la que el susodicho se tiene. Y no está mal esta historia de venganzas y bajas pasiones en el Irán de finales de los 70, pero por muy intensa y dramática que sea la historia real de este poeta apartado de su esposa al que se creyó muerto durante tres décadas, sus bellas imágenes no conmueven como deberían. Queda la presencia de Monica Bellucci, que hace creíble la obsesión de su verdugo y la perdurabilidad del amor de su sufrido marido.

El mundo sigue pero hay directores que incluso narrando lo que se puede leer en la prensa económica de hoy parecen hacerlo desde una realidad desactualizada. Le pasa a Costa Gavras en Le Capital, un cuento moral con aspecto de thriller financiero en el que lo único que asombra es la falta de gancho, la simplicidad de su planteamiento y, horror, el escaso palmo de profundidad que tienen sus argumentos. La secuencia final, con unos banqueros actuando como hooligans, se vería con ojos atónitos si no fuera porque para cuando llega uno ya sabe que Costa Gavras es capaz de cualquier disparate.

Y como plato fuerte, Lo imposible, segunda película de J. A. Bayona (El orfanato), una de las grandes esperanzas de la taquilla nacional de este año y una producción con marcadísima vocación internacional. En la crítica de la película que puedes encontrar en el último número de CINEMANÍA por mi parte ya dije más o menos todos los puntos fuertes y flojos de Lo imposible -todo lo que tiene de espectacular le falta de emocionante- así que poco más que añadir. Llega fuera de concurso, acertada decisión. Su competición y su jurado serán otros.

Por ahí sueltas, llenando las horas quedó Si de verdad quieres..., una comedia dramática sobre un matrimonio formado por Meryl Streep y Tommy Lee Jones al que ya no le quedan ni las brasas de la pasión. Película mediopensionista, que pasa por encima de casi todo lo que intenta abarcar, sólo deja para la memoria una casi felación de la Streep a Tommy Lee en un cine en el que proyectan Cena de idiotas, la versión francesa.

Mención especial para las dos películas de las que me he salido hoy. La germano-suiza Summer Outside y Animals, nuevo producto de la ESCAC, a medio camino entre Donnie Darko y el cómic Black Hole. Con las dos he necesitado casi una hora de sopor antes de decidir que su final, como el de esta edición del festival, ya no podía deparar ninguna sorpresa.

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