[Crónica San Sebastián 2011] Fresnadillo divide, Urbizu une

CINEMANÍA ya está en el 59 Festival de San Sebastian a pleno rendimiento. Después de un aterrizaje retrasado y forzoso (no literalmente), desde hoy, Manuel Piñón y yo, Irene Crespo, os iremos contando lo que vemos, hay que ver y mejor no ver por Donostia.

Juan Carlos Fresnadillo y su troupe (Clive Owen, Pilar López de Ayala, Carice van Houten, Daniel Brühl) inauguraron el festival con Intruders el viernes y su cuento de terrores se recibió con opiniones bastante encontradas, no como en Toronto. Con ésta yo ya venía con los deberes hechos (y embargados), pero ya puedo decir que soy de las que está más a favor que en contra. Será que despertó mis terrores infantiles. Con lo bien guardaditos que los tenía... Ayer, en cambio, No habrá paz para los malvados, el nuevo thriller de Enrique Urbizu consiguió bastante unanimidad entre la crítica y el público del Festival. Ya lo anuncié: Urbizu y Coronado han vuelto a clavar un thriller con un personaje de esos que te enganchan por muy malditos bastardos que sean. ¿Posible Concha de Plata? Esperemos que el jurado de este año, presidido por la simpática Frances McDormand, se lo plantee.

Parece que no causó la misma impresión el coreano Kim Ki-duk con su peli Amén. Algo de una máscara de gas, la Virgen y el Espíritu Santo violador decían ayer en el Principal. No creo que tenga ya oportunidad de verla aquí, pero con esas señas, de momento podré soportarlo.

Los pases de la sección oficial ayer se cerraban con dos películas fuera de competición. Bertsolari, un documental de Asier Altuna (Aupa Etxebeste), creo que entretenido (tampoco llegué a su proyección) sobre los improvisadores de verso euskeras. Y ya, a última hora y caladitos con el txrimiri donostiarra, por fin pude ver Albert Nobbs, de Rodrigo Garía, con Glenn Close como guionista y protagonista… Iba sin muchasconfianza , las imágenes de la grandísima Glenn Close con esa prótesis casi chanante me tenían confundida. Al final mis bajas expectativas se cumplieron y efectivamente la máscara le deja poco espacio al genio interpretativo de esta gran mujer, vestida de hombre aquí. Albert Nobbs es una historia sobre la identidad, de “supervivencia” (como ha dicho la propia Close esta mañana en la rueda de prensa), sobre los sueños y ambiciones de las personas que conjuga mal el humor con el drama, consiguiendo que no te tomes en serio ni lo uno ni lo otro.

Sí fue un descubrimiento Martha Marcy May Marlene, sobre todo su protagonista. Elizabeth Olsen, la hermana actriz y no gemela de las gemelas Olsen está imponente en su papel de paranoica depresiva recién salida de una secta. Una peli, dura, con una propuesta narrativa interesante, y buenas interpretaciones (a pesar del bótox de Sarah Paulson).

Y ya puestos al día, hoy, domingo, la protagonista absoluta es Glenn Close. Esta noche recoge el Premio Donostia a toda su carrera. En un ratito podré estar con ella y con el director de Albert Nobbs, Rodrigo García. Así que me voy corriendo al hotel María Cristina. Y en otro rato os cuento qué tal la película de Sarah Polley, Take this Waltz y lo que pueda ver esta tarde: espero que The Deep Blue Sea, de Terence Davies… y por dios, Shame, con el crack (no soy objetiva, lo siento) Michael Fassbender, quien, por cierto, está viniendo en moto a San Sebastián. Pues eso, un crack.