Como ser 'Sly' en diez lecciones

Sylvester Stallone no ha vuelto con 'Los mercenarios': en realidad, nunca se fue.
Como ser 'Sly' en diez lecciones
Como ser 'Sly' en diez lecciones
Como ser 'Sly' en diez lecciones

1 .- Comienza desde abajo (o desde los bajos)

Aunque ahora nade en la abundancia,  los primeros pasos del joven Sly en el Séptimo Arte fueron muy sacrificados. No nos referimos a su peculiar familia (ver próximo apartado), ni a cuando se dejó poner en evidencia por el alfeñique de Woody Allen en Bananas (1971, ver vídeo abajo), sino a The Party at Kitty and Stud’s, el filme blandiporno de 1970 que supuso su debut ante la cámara. “Cuando tienes hambre haces lo que sea”, explicó un azorado Sly cuando, tras el éxito de Rocky, el filme fue reestrenado con el título de El semental italiano.

2 .- Ten una familia turbulenta

Como buen italoamericano, ‘Sly’ considera que la famiglia es sagrada. Lo cual no ha de impedirnos decir que, si nuestro héroe hubiese nacido en Coslada en vez de en el Bronx, su clan sería carne de Sálvame. Lo de su excéntrico hermano Frank Stallone, cantante y guitarrista de jazz galardonado con varios Grammy, tiene un pase, pero la mamma Jackie parece surgida de otro planeta. Convertida en celebrity ochentera gracias al éxito de su hijo, la señora ha trabajado como promotora de lucha libre femenina  y como futuróloga, campo al que ha aportado una disciplina de creación propia consistente en adivinar el porvenir mediante los pliegues y repulgos del trasero. Como no podía ser de otra forma, la signora  ha cosechado momentos de gloria en la edición USA de Hotel Glam, Celebrity Big Brother. Con semejante progenitora, no nos extraña que ‘Sly’ dirigiese en 1978 La fiebre continúa, secuela de Fiebre del sábado noche: lo de las lentejuelas lo lleva en la sangre.

3 .- Cree en el sueño americano

Ni Frank Capra podría haber imaginado una historia mejor: un joven guionista y actor que triunfa en Hollywood, gracias a su tesón, con un proyecto por el que nadie apostaba. Un proyecto llamado, claro está, Rocky, la cinta concebida por Stallone en 1976. Ganadora de los Oscar a la Mejor Película (por encima de Todos los hombres del presidente y Taxi Driver,nada menos) y Mejor Director (para John G. Avildsen), la película granjeó para Stallone sendas nominaciones a Mejor Actor Principal y Mejor Guión. Convertido en icono de esperanza post-Watergate gracias a su entrañable boxeador, ‘Sly’ pasó 1978 a la sombra del ‘Nuevo Hollywood’ (la generación barbuda de Scorsese Coppola) con dos tibios dramas sociales:FIST, símbolo de fuerza (sobre camioneros y luchas sindicales) y La cocina del infierno, un debut como director tan irregular como su rostro. 

4 .- Juega al fútbol (aunque sea de portero)

En la filmografía de todos sus participantes (incluido el director John Huston, que la rodó por la pasta) Evasión o victoria (1981) es un título, cuanto menos, anecdótico. Pero la impresión que produce ver a todo un Stallone parándole penaltis a la selección del III Reich sólo se ve superada ante la constatación de que sus compañeros de reparto (Pelé, Bobby Moore, Van Himst) actúan incluso peor que él. Desde el banquillo, el mister Michael Caine se lleva las manos a la cabeza y piensa que, con semejante plantel, cómo le va a ganar uno al equipo de Max Von Sydow.

5 .- Aprende guerra de guerrillas

Para el cine de los setenta, los veteranos de Vietnam tenían el jeto traumatizado de Robert De Niro (el psicópata Travis de Taxi Driver) o la mirada demente de Christopher Walkenen El cazador. En 1982, un año después de la llegada de Reagan al poder, la cosa cambió drásticamente con Acorralado, filme en el que Stallone daba vida a un ex marine bueno, pero incomprendido, llamado John Rambo. Cuando Chuck Norris se desquitó de los malditos charlies en Desaparecido en combate, ‘Sly’ decidió no ser menos y se marcó (también como guionista) la secuela Rambo (1985), un hit de videoclub y multisala ambientado en la jungla asiática.

6 .- No te des nunca por vencido

Confesémoslo: pese a su buenrrollismo, la primera entrega de Rocky era una historia bastante trágica. Para compensarse a sí mismo (y a su señora en la ficción Talia Shire,hermana de Coppola en la vida real), ‘Sly’ dirigió y escribió en 1979 Rocky II, secuela en la que el ‘Semental Italiano’ ajustaba cuentas con su rival Apollo Creed. Pese a que los esfuerzos del rodaje (nuestro héroe tenía ya 33 tacos) le costaron el músculo pectoral derecho, Stallone no había tenido bastante… Y durante un tiempo pensamos que nunca lo tendría: tras darle lo suyo a Hulk Hogan Mister T. en Rocky III (1982) al ritmo de The Eye of the Tiger (ver vídeo), firmó una pieza antológica de kitsch de la Guerra Fría con Rocky IV (1985), en la que apaleaba al ruso malo Dolph Lundgren (que en realidad es sueco, y doctor en Química) en presencia de todo el Politburó y de James Brown.

7 .- Ten mano dura con los malos

“El crimen es una plaga y yo soy el remedio” es una frase que indica dos cosas. Primero: estamos en 1986 y las películas de acción del Cannon Group (hogar de la saga Desaparecido en combate) reinan en los videoclubes más selectos. Segundo, que ese bigardo con que te mira a través de sus rayban  mientras mordisquea su palillo es el agente Cobretti, Cobra para los amigos. El filme, ultraviolento incluso para los parámetros de Stallone, es digno de mención porque supuso su encuentro con la modelo y culturista Brigitte Nielsen.  Tentado por la tremendísima danesa (quien ya había alternado con su amigo Schwarzenegger en El guerrero rojo), ‘Sly’ dejó a su primera mujer (y madre de dos niños, uno de ellos autista) Sasha Szack para vivir un segundo matrimonio carne de tabloide. En 1997, nuestro héroe desposó con su actual costilla, la modelo Jennifer Flavin, con la que ha tenido tres hijos.

8 .- Ríete de ti mismo

Si bien ‘Sly’ nunca ha sido el niño mimado de los críticos, en 1991 su situación era bastante respetable: el filme carcelario Encerrado (1989) le había mostrado dándole una réplica competente a Donald Sutherland, mientras que Tango y Cash, su éxito del mismo año junto a Kurt Russell, era un filme de acción simpático y resultón. ¿Qué hace ‘Sly’ ante la coyuntura? Pues llamar a John Landis para que firme Óscar, quita las manos, desastre sin paliativos (ni siquiera hay videos en internet) que intentaba lanzarle como actor de comedia. Pero lo peor estaba por llegar, y su nombre era ¡Alto! O mi madre dispara (1992): ¿alguien pudo tragar esta comedia que juntaba a nuestro héroe con Stelle Getty, la Sophia de Las chicas de oro? Aún admitiendo que las incursiones cómicas es mejor dejárselas al amigo ‘Arnie’, reconozcamos que la carrera de nuestro héroe tiene momentos de mucha risa. Por citar sólo unos cuantos:

Yo, el Halcón (1987), o el pulso como deporte de riesgo.

La delirante (a propósito) Demolition Man, de 1992.

Su garbosa forma de vestir el uniforme del Juez Dredd (1995)

Asustando a los niños en Spy Kids 3D (2003)

9 .- Conviértete en un as de los negocios

Como destinatario del Razzie al Peor Actor de la Historia, ni las curvas de Sharon Stone en El especialista (1994) ni su duelo interpretativo con Robert De Niro (Cop Land, 1997) habían salvado a ‘Sly’ de convertirse en una estrella en declive. Pero mientras se sucedían títulos tan poco interesantes como Asesinos (1995, junto a Antonio Banderas) Driven (2001), nuestro hombre tenía el riñón bien cubierto: había invertido junto a sus amigos Arnold Schwarzenegger, Bruce Willis Demi Moore en la franquicia de restaurantes Planet Hollywood. Como aficionados que somos a la comida grasienta e hipercalórica, ese gesto nos vale para perdonarle incluso su insípido remake de Get Carter (2000).

10 .- Ten buenos amigos

Lundgren, Willis, Jet Li, Mickey Rourke, Jason Statham Schwarzenneger… El castingde Los mercenarios parece, más que el reparto de un filme, el inventario de un arsenal de armas humanas. Porque, pasados los sesenta, ‘Sly’ no se ha cortado un pelo a la hora de homenajearse a sí mismo y al género (la acción destrozona y ochentera) que le dio la fama. En nuestro vídeo de abajo podrás observar la reunión de 'Arnie', Stallone y Bruce, colegas y rivales por la corona del héroe más cañero de los ochenta, durante la promoción deMentiras arriesgadas, La jungla de cristal II y la epopeya montañera Máximo riesgo.Hay que admitirlo: Sylvester Stallone ha hecho historia. Y puede que siga haciéndola.

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