Cómo conseguir que tu proyecto de carrera se convierta en una película

Esta es la historia de Laura, Laia, Alba y Marta, cuatro estudiantes de la Pompeu Fabra de Barcelona que comenzaron un trabajo fin de carrera y acabaron estrenándolo en cines.
Cómo conseguir que tu proyecto de carrera se convierta en una película
Cómo conseguir que tu proyecto de carrera se convierta en una película
Cómo conseguir que tu proyecto de carrera se convierta en una película

Son cuatro chicas que no llegan a los treinta. Muy guapas y muy listas, espontáneas, con talento y la inteligencia necesaria para saber que su película, Las amigas de Ágata, es francamente buena. Una película que se estrena en siete cines de España apadrinada por Avalon. Un capricho de la distribuidora, un regalo para los espectadores que, en este universo gobernado por las superproducciones, no suelen tener la oportunidad de acceder a obras tan íntimas, películas que son pequeños placeres ocultos. Descubrimientos del cinéfilo más audaz.

El nivel es alto, tanto, que intimida. Pero cuando Laura Rius, Laia Alabart, Alba Cros y Marta Verheyen comienzan a contar su historia  es como si cuatro amigas hablaran de sus cosas tomando unas cervezas. Tú solo eres un testigo momentáneo, alguien que pasa por ahí.

LA LLAMADA DE JORDI COSTA

LADA_1

La cuestión es cómo es posible que un proyecto de fin de carrera acabe en las salas de cine. La gente comprará entradas para ver una película que se hizo para amigos, para compañeros de clase y para profesores de universidad. ¿Cómo ocurrió el milagro?

Laia: En el proyecto final de carrera, en el itinerario de dirección, había una tutorización durante el curso por Gonzalo de Lucas, con clases de Leon Siminiani, y también de Isaki Lacuesta.

Alba: Queríamos aprovechar ese tiempo. Los recursos de la universidad. Teníamos un año y ganas de hacer algo. Pero la intención era disfrutarlo. Nuestra idea era pasarlo bien.

Marta: Es un sistema de aprendizaje que han ideado para que los alumnos aprovechen ese año.

Alba: El año pasado un compañero, Jordi Morató, hizo un documental que dio la vuelta al mundo. Este año Jordi Costa llamó y preguntó si había algo para su Abycine… Nuestros tutores le enseñaron nuestra película y a Jordi le encantó. 

Laia: Al principio dudamos porque no estaba terminada pero se la pasamos como work in progress.

Laura: En Abycine ganamos y la verdad es que nos vino bien el premio de 3.000 euros, porque aún faltaba el sonido, el color…

Laura lo resume perfectamente: “Hacemos un trabajo, Jordi Costa dice algo, vamos a un festival, ganamos un premio…” y (remata Marta): “De repente estamos aquí, en un preestreno, en la cineteca de Madrid”…

SI HACES UNA PELÍCULA, QUE SEA ÚNICA

LADA_10

Laura, Laia, Alba y Marta todavía no se lo creen mucho. Los sueños se cumplen y la suerte es importante pero es que Las Amigas de Ágata es una película única, es un retrato adolescente muy sucio, muy crudo, muy despegado de la nostalgia y por tanto mucho más certero que otras propuestas paralelas. Son retratos de vida que se rodaron de manera muy orgánica.

Las directoras tenían una idea, querían contar cómo entre una joven de 20, Ágata, y sus amigas del cole comienza a abrirse una grieta insalvable. La amistad eterna que mantiene con esas personas con la que ha vivido todas sus primeras veces se quiebra ante nuevas amistades, las que llegan con la madurez, las que elige uno mismo y no vienen impuestas por una variable social o geográfica.

Alba: Queríamos hablar de una emoción, casi de una sensación. Agata tiene un clic en su cabeza y queríamos contar eso de forma sutil y simple.

Laia: Como pasa en la realidad que no verbalizamos todo. Tampoco queríamos recursos de guión muy marcados.

Marta: O esas cosas típicas de guion en las que el conflicto pasa a través de un objeto. ¿¡Qué objeto?! ¡Yo no me acuerdo de ningún objeto con mis amigas!

Alba: Nuestro fuerte no es hacer diálogos o guiones.

Laura: Y que tampoco nos interesaba tanto.

Alba: Claro, además es que teníamos ganas de trabajar con las actrices, que ellas aportaran. El proceso de rodaje giraba en torno a esa dinámica, hacíamos tomas muy largas (de una media hora) para que las actrices pudieran crear a gusto.

UNAS ACTRICES A LA ALTURA

LADA_5

Porque esta historia también es la de cuatro actrices que se hicieron amigas en un proceso cinematográfico radicalmente distinto, mucho más orgánico y muy poco convencional. Elena Martin, Carla Linares, Marta Cañas y Victoria Serra rebosan carisma y también naturalidad, tan majas que desearías pertenecer a su grupo de amigos.

Carla: Hubo un proceso de casting muy largo, no nos conocíamos entre nosotras pero en cuanto nos juntaron hubo mucha sinergia.

Elena: Cero métodos. Trabajábamos mucho desde el juego, de probar y probar. No había una construcción estricta del personaje, no hacíamos referencia a ningún backgrond. Las relaciones eran instantáneas. Surgían en el momento. Creamos vínculos entre nosotras.

Victoria: Retroalimentación.

Marta: A partir de tener tanto juego, de probar y fallar, salían cosas horribles y también perlas. Las directoras nos iban modulando mucho. “Rebaja más aquí, tú no serías tan cruel, tú no dirías esto…”

Victoria: “Sabíamos dónde teníamos que llegar, qué podíamos decir y qué no. A partir de ahí, improvisábamos.

Con una naturalidad pasmosa, las actrices recrean ese cisma en la relación de cuatro amigas. De manera realista, con tomas que duraban 20 minutos y en las que ellas se transformaban en su personaje. Tanto, que aún hoy, a veces cuando están juntas, todavía surgen comportamientos muy propios de las amigas de Ágata.

ESCENAS QUE MARCAN

LADA_4

Las amigas de Ágata es una película que crece mientras se ve. Que acompaña al espectador, pero que le deja en paz. Que no juzga. Y otra de sus grandes virtudes es tener un par de escenas que marquan. Hay una, por ejemplo, que protagoniza Marta, en la que su personaje está ligando con un chico en una fiesta.

Es tan realista que es irremediable preguntarte cuánto hay de verdad, porque no hay actores tan buenos. No existen.

Marta: La clave del éxito es no forzarse en plan: "esto tiene que salir sí o sí"; sino: "vamos haciendo y a ver que sale". Las directoras me pillaron y me dijeron: “Mira, vas a hacer una escena con este chico, ¿es guapo, no?" Y salió en una sola toma que además fue muy divertida de rodar.

Sólo estaban probando, creando situaciones, viendo a ver qué pasaba, rodar de la misma forma que pasa la vida. Como Boyhood, pero sin nostalgia.

¿Y AHORA, QUÉ?

Las amigas de Agata

Después de esta proeza, después de conseguir que un proyecto así llegara a las salas… ¿Cuáles son las aspiraciones de estas ocho chicas?

Elena: Ojalá esto nos pase mucho más. No sé. Como todo el rato.

En eso las actrices están de acuerdo, quieren rodar y rodar. Las directoras también, pero a otro ritmo. Ahora solo quieren disfrutar de una película que han tardado en parir dos años…

Marta (la directora): Esta presión de: “Como ya has hecho una película tienes que hacer una por año”…  A mí no me gusta nada.

Pase lo que pase quieren volver a rodar juntas. Será, probablemente, una película muy distinta, con otro tono y con otro discurso. Porque habrán aprendido cosas nuevas y porque como Ágata, ya no serán las mismas. Pero de momento ya han conseguido llevar a la cartelera un trabajo de universidad. Logro desbloqueado.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento