Por qué Jordan Peele ('Déjame salir') es el hombre más solicitado de Hollywood

Hasta que Déjame salir llegó a los cines en EE UU, Jordan Peele podía alardear de una hazaña enorme: haber estado a punto de que Liam Neeson se partiera de risa en un plató. Como miembro del dúo Key & Peele (junto a su compadre Keegan-Michael Key), este señor de Baltimore tenía la fama de ser uno de los mejores humoristas de EE UU. Para probarlo, están sus dos Emmy ganados en comandita, además de un filme (Keanu) aún inédito en España. Ahora, sin embargo, Peele no es 'sólo' un comediante. Es el director  novel más solicitado de Hollywood. Y todo ello gracias a un filme en el que hay mucha sátira... pero también mucho terror, un género que, a priori, no le pega mucho.

Un solo filme ha bastado para que Peele pase de ser ese señor que imitaba a Barack Obama en su show para Comedy Central a un cineasta cuyos movimientos son escrutados por la prensa cinematográfica. Sin ir más lejos, hoy se ha ganado titulares por rechazar una oferta para dirigir el remake de Akira. Algo que no se debe sólo a que ese proyecto parezca más gafado que Tetsuo el día en el que se cayó de la moto.

Según explica, Peele conoce el material original, y los entresijos de la industria, lo bastante bien como para no querer meterse en un jardín así. "Akira es una de mis películas favoritas, y, para hacerle justicia hace falta el mayor presupuesto que puedas soñar", comenta. Y prosigue: "Pero la auténtica pregunta es: ¿quiero trabajar con material preexistente, o hacer cosas originales?. En último término, prefiero trabajar con mi propio material". Y también seguir al frente de Monkey's Paw, su propia productora, que le da la necesaria cuota de independencia creativa.

Efectivamente: Jordan Peele parece ser uno de los pocos directores estadounidenses (por no decir el único) que no quiere viajar a la dimensión franquicia. Además de Akira, corren rumores de que también ha rechazado embarcarse en The Flash, entre otros proyectos para grandes estudios. Algo que, a dichos estudios, les debe doler bastante, porque el cineasta presenta una de sus cualidades más apreciadas: la de obtener grandes resultados de taquilla con muy poco dinero. Déjame salir ha obtenido un acumulado de 214 millones de dólares en todo el mundo con un presupuesto de menos de cinco millones. Y, dado que su trayectoria comercial todavía sigue adelante, está claro que la veremos tanto en la lista de filmes más recaudadores de 2017 como en la de los más rentables.

Con Déjame salir, Peele no sólo se ha ganado una nota a pie de página en la historia económica del cine. También va a figurar, con letra gorda, en su historia étnica. Porque este éxito le ha convertido en el primer director afroamericano en superar los 100 millones de dólares con un debut. Y ahí tenemos otra piedra de toque. Porque, en unos EE UU cada vez más sensibilizados con la cuestión étnica, contar con un director que no sólo arrasa en taquilla, sino que también pertenece a una minoría, puede ser a la vez un lavado de imagen y un activo económico. Jordan Peele es, junto a Barry Jenkins (Moonlight), la prueba más acabada de esto.

Para colmo, el autor de Déjame salir no sólo lleva esto en su piel: también lo lleva en su cine. La película que le ha encumbrado a lo más alto es una comedia de terror, sí, pero también una sátira muy agria sobre el racismo encubierto en los sectores más 'progresistas' de la sociedad estadounidense. Y, ojo, porque su atractivo ha roto barreras de etnia y de cultura: en su estreno, la cinta congregó al público blanco y al público afroamericano en proporciones casi del cincuenta por ciento (aunque la mitad negra de su audiencia ganaba por una estrecha mayoría). Y, para colmo, registró sus mayores cifras de taquilla en estados que, como Georgia, tienen un triste historial de relaciones entre razas.

Es decir, que Jordan Peele se ha ganado su trono con una fórmula antigua y sencilla: fijarse en un sector del público que no tiene lo que quiere, y darle un producto a su medida. "Quería hacer una película para todo el mundo, pero sobre todo para los fans negros del cine de terror", afirma para The New York Times.

De acuerdo con Peele, el Déjame salir debe ser descrita como un trabajo de "terror social". Y, debido a esto, el director se muestra optimista con respecto a la capacidad de los sustos para romper las barreras raciales: "[En los pases de prueba] los blancos y los negros se asustaban en las mismas escenas", bromea. Y, después, más en serio, añade: "Ese es el poder del cine de género: puedes hacer que un blanco vea el mundo con los ojos de un negro durante una hora y media".

La nueva aventura de Jordan Peele se atiene a estos mismos parámetros. Hablamos de Lovecraft Country, una serie para HBO, en la que trabajará como productor junto a un tal J. J. Abrams. Basada en la novela de Matt Ruff, Lovecraft Country estará ambientada en los EE UU de 1950, y combinará los horrores del racismo con los espantos primigenios del escritor H. P. Lovecraft y sus Mitos de Cthulhu. Algo irónico de por sí, porque, durante la mayor parte de su vida, Lovecraft fue un racista redomado.

En Lovecraft Country, Peele trabajará además junto a la showrunner Misha Green, otra profesional jovencísima, extremadamente solicitada... y afroamericana. Tal vez casos como los suyos sean los primeros síntomas de un cambio en Hollywood. Por el momento, conformémonos sólo con las buenas películas.