Clint Eastwood, al rescate del cine británico

¿Cómo reaccionaría el mundillo fílmico de España si, de un día para otro, el Gobierno retirase las subvenciones al cine? No lo sabemos, pero la industria del Reino Unido se enfrenta desde la semana pasada a una situación muy similar: el UK Film Council (UKFC), organismo equivalente a nuestro Fondo Nacional para la Cinematografía, será desmantelado por la administración de David Cameron debido a razones económicas, tras haber facilitado la producción de filmes como Quiero ser como Beckham, In the Loop, Gosford Park y Fish Tank, entre otros muchos. A las protestas por este cierre se acaba de sumar nada menos que Clint Eastwood: el Jinete Pálido en persona ha escrito una protesta formal al responsable de Hacienda británico, George Osborne, expresando su rechazo por la medida.

En el comunicado, Eastwood explica que rodó su filme Hereafter en Londres con personal británico (incluyendo al guionista de The Queen, Peter Morgan) gracias a las ventajas ofrecidas por el UKFC, y advierte de que la desaparición del organismo podría disuadir a otros directores estadounidenses de rodar en suelo británico.

Las protestas del autor de Sin perdón se suman a la carta abierta publicada el pasado jueves en el diario conservador Daily Telegraph por 50 actores del Reino Unido, entre ellos James McAvoy, Bill Nighy, Timothy Spall, Liam Neeson y Emily Blunt. La misiva recordaba que, si la recaudación del cine británico llega al 23 por ciento de la taquilla del país (con 840 millones de euros de recaudación en sus diez años de recorrido) es en buena parte gracias al apoyo institucional. El apoyo a la institución entre el público ha dado lugar a un grupo de Facebook con casi 50.000 fans que protestan por el cierre.

¿Se ha replanteado la medida el gobierno británico? Parece ser que no: “Impedir que el dinero público financie un tinglado montado a costa del cine no es lo mismo que dejar de apoyar al cine”, explica al diario The Guardian el secretario de Cultura Jeremy Hunt. El político, que ha ejercido de dramaturgo y guionista, alegó los altos salarios de los funcionarios del UKFC como motivo para su disolución. Hunt aseguró que Downing Street destinará al cine una inyección de tres millones de libras (algo más de tres millones y medio de euros).

Creado por la administración laborista de Tony Blair en 2000, el UK Film Council no ha estado exento de críticas en sus diez años de andadura: financiado con la recaudación de la lotería nacional británica, sus buenos resultados económicos no hacen olvidar los estrictos criterios aplicados para conceder sus subvenciones, rechazando más del 95 por ciento de las propuestas que se le presentaban cada año.